Cortan la luz y la alarma para vaciar una escuela en La Plata
Edición Impresa | 5 de Julio de 2025 | 04:29

La inseguridad se ha transformado en un verdadero flagelo para las escuelas de la Región, que atraviesan una situación crítica ante la sucesión incesante de hechos delictivos. Los delincuentes parecen no dar respiro: irrumpen una y otra vez en los establecimientos, sin importar si ya han sido saqueados anteriormente, llevándose lo poco que queda y dejando a su paso importantes destrozos. Las pérdidas materiales, muchas veces mínimas en valor, contrastan con los elevados costos de reparación que deben afrontar las instituciones educativas.
En este contexto, se volvió habitual que docentes, directivos y personal de maestranza tengan que cargar diariamente con los insumos hacia sus casas para protegerlos de posibles robos. Frente a la constante amenaza, cualquier recurso se convierte en un blanco potencial. “Roban lo que sea. Desde notebooks y televisores hasta utensilios, artículos de bazar y comida”, resumen con resignación quienes conviven con esta problemática.
La frase “roban lo que sea” se repite como un mantra entre los trabajadores de la educación que ven cómo sus lugares de trabajo se transforman en escenarios de vandalismo y saqueo. Aunque los elementos tecnológicos son los preferidos de los ladrones, tampoco dudan en llevarse artículos de limpieza o alimentos si no encuentran algo de mayor valor.
Nada escapa a la codicia de quienes irrumpen en las escuelas, provocando no solo pérdidas materiales sino también un fuerte golpe a la moral de las comunidades educativas. La muestra más reciente de esta modalidad se registró hace apenas unas horas en un establecimiento de Los Hornos, donde se confirmó una nueva irrupción bajo esta lógica de “robar lo que sea”.
O, al menos, es la única respuesta que la comunidad educativa del Centro Pedagógico de nivel inicial y primario, ubicado en calle 54 entre 148 y 149, le encuentra al interrogante de por qué se llevaron dos guitarras y una cuna de bebé.
Según pudo saber este diario, el hecho fue descubierto ayer por la mañana por dos docentes. Al ingresar al establecimiento, cayeron en que delincuentes habían violentado el portón de rejas de acceso y luego se dirigieron a la parte trasera del edificio, donde también forzaron la reja de una ventana y arrancaron un mosquitero.
Dentro del establecimiento, las docentes encontraron un escenario de total desorden: elementos esparcidos por el suelo, daños en las instalaciones el faltante de dos guitarras y una cunita. A pesar de que el lugar cuenta con cámaras y sistema de alarma, ninguno de los dispositivos se activó durante el atraco. Todo indica que los malvivientes habrían cortado previamente la energía eléctrica para desactivar las medidas de seguridad y actuar con total impunidad.
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