El pueblo a dos horas de La Plata que dejó de ser industrial para convertirse en un destino de calma
| 6 de Julio de 2025 | 04:00

En la provincia de Buenos Aires existen rincones que, lejos del turismo masivo, conservan una identidad única forjada entre fábricas, tradiciones y paisajes tranquilos. Son lugares donde la historia industrial convive con la espiritualidad y la naturaleza, ofreciendo un refugio ideal para quienes buscan desconectarse del ritmo acelerado de las grandes ciudades.
Allí, los clubes de barrio siguen siendo punto de encuentro, las calles arboladas invitan a caminatas sin apuro y los viejos galpones transformados cuentan historias de trabajo y comunidad. En estos pueblos, la memoria se respira en cada esquina, mientras nuevas generaciones se suman a mantener viva una herencia que resiste el paso del tiempo.
En el corazón de Luján, Jáuregui es un destino que cautiva por su pasado industrial, su paz espiritual y su entorno natural. La localidad combina historia, cultura y tranquilidad, con lugares como la Abadía de San Benito y el legado de la Algodonera Flandria. Un plan perfecto para escaparse del ritmo urbano sin irse muy lejos.
En Luján, al igual que en distritos vecinos como Mercedes, Exaltación de la Cruz y Pilar, el gobierno de Axel Kicillof lleva adelante el Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Luján, financiado por la Provincia. Los trabajos comprenden una extensión de 42 kilómetros en esos municipios y están destinados a proteger a 1.500.000 de personas.
La obra consiste en la ampliación de la sección del cauce del río para incrementar la capacidad de evacuación de grandes caudales de agua e incluye el reemplazo y la ampliación de distintos puentes ubicados sobre el río para mejorar las condiciones actuales de escurrimiento y complementar las obras de conducción.
Jáuregui: historia, naturaleza y tradición en un rincón de Luján
En la provincia de Buenos Aires hay destinos que no siempre figuran en los mapas turísticos, pero que encantan por su identidad única. Jáuregui, localidad del partido de Luján, es uno de ellos: un pueblo que supo ser motor industrial y hoy ofrece una experiencia serena, marcada por la espiritualidad, la naturaleza y una fuerte vida comunitaria.
Un origen ligado al tren y la industria textil
El nacimiento de Jáuregui se remonta a 1884, cuando el empresario vasco José María Jáuregui donó tierras para instalar una estación del Ferrocarril del Oeste. Con el paso del tiempo, el lugar creció de la mano de la actividad agrícola y ganadera.
Pero el gran salto llegó en 1928 con el industrial belga Julio Steverlynck, quien fundó la Algodonera Flandria. Esta fábrica textil transformó la economía local, generando empleo y construyendo viviendas, clubes, escuelas y espacios verdes. Fue más que una empresa: funcionó como un modelo de comunidad obrera planificada.
Patrimonio espiritual: la Abadía de San Benito
Uno de los íconos de la localidad es la Abadía de San Benito, un monasterio benedictino trasladado desde Buenos Aires en 1973. Rodeada de naturaleza y silencio, la abadía ofrece retiros espirituales, misas y visitas guiadas. Su arquitectura austera y su entorno arbolado la convierten en un lugar de contemplación y descanso.
El legado urbano de Steverlynck
El sello europeo que Steverlynck dejó en Jáuregui se nota aún hoy. Calles como la Avenida Flandes, con plazoletas y frondosas arboledas, mantienen el diseño original. También destaca el Arco del Triunfo, una réplica del monumento norteamericano “La puerta del Oeste”, que simboliza el impulso progresista que vivió el pueblo.
Naturaleza y actividades al aire libre
El entorno natural de Jáuregui es ideal para quienes buscan contacto con lo simple. El río Luján ofrece espacios para descansar y pasear, mientras que las estancias de la zona permiten disfrutar del turismo rural. Además, la localidad se conecta con circuitos que incluyen la Basílica de Luján y pueblos cercanos como Open Door o Cortínez.
Vida de pueblo: comunidad y tradiciones
Jáuregui conserva intacta su vida comunitaria. La Fiesta de la Comida Criolla, con danzas, música y platos típicos, reúne cada año a vecinos y visitantes. El deporte también es protagonista: el Club Social y Deportivo Flandria, conocido como "El Canario", representa con orgullo a la localidad en los torneos del fútbol argentino.
Un destino para reconectar
Jáuregui ofrece lo que muchos buscan en una escapada corta: aire puro, historia viva y un ritmo sereno. Su pasado industrial, su riqueza cultural y su belleza natural lo convierten en uno de esos lugares que sorprenden por su autenticidad y que vale la pena descubrir.
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