Festeja en la Ciudad el movimiento Schoenstatt
Edición Impresa | 15 de Agosto de 2025 | 03:03

Se cumplen hoy 60 años desde que el “Santuario de la Liberación” del Movimiento católico de Schoenstatt, edificio que emerge en el vértice de 15 y 53, recibió la bendición del arzobispo local de turno, Antonio José Plaza, en 1965.
Se considera ese el punto inicial del movimiento católico en la Ciudad que fue sumando presencia en actividades y hasta con una escuela.
En este marco, a las 19 habrá una misa multitudinaria en el Santuario. Luego, se desplegará un “ágape fraterno” en el Salón San Francisco de la Catedral (entrada por calle 51).
Despliegue en la Ciudad
Schoenstatt es un movimiento laico, con gran devoción a la figura de la Virgen María y que tiene institucionalidad en La Plata.
“Se organiza en grupos y comunidades de acuerdo a las realidades de sus integrantes, edades y situaciones de vida”, aseguró Osvaldo Marcozzi, referente dentro del movimiento local. Y explicó que hay Ermitas -pequeñas capillas- en Gonnet, City Bell y Villa Elisa. También, hay escuelas con identidad schoenstattiana, como el Estrada de City Bell.
Además, se auto perciben como un movimiento “en salida”. Explicó Marcozzi que “nos insertamos en otras labores de la Iglesia, ya sea en parroquias, en voluntariados, misiones o acciones apostólicas lideradas por Schoenstatt o no”, cerró.
Es difícil determinar cuándo comenzó todo para este movimiento. Podría afirmarse que era un día otoñal de 1914 cuando, el sacerdote alemán José Kentenich selló con la Virgen María, algo llamado la “Alianza de Amor”. Lo hizo en una pequeña capilla de la ciudad alemana Berg Schöenstatt, con fieles que se contaban con los dedos de la mano.
Con aquel pacto simbólico, y sin imaginar la dimensión histórica posterior, constituyó el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, una corriente católica cuyo carisma tiene devoción por la figura de la Virgen María, a quien llaman “Mater”.
En un escenario de entreguerras y de persecución, la “Alianza de Amor” se replicó incontables veces y en diferentes lugares del mundo, colocando a Kentenich como referente y fundador del movimiento.
Durante los años posteriores, y de forma fluctuante, Schoenstatt creció y se desparramó por todo el mundo, incluso Argentina. Incluso La Plata.
En 1959, Monseñor Plaza conoce Nuevo Schoenstatt de Florencio Varela, el santuario fundacional en Argentina. Tras quedar maravillado con la historia del movimiento, la imagen de su fundador y tras varios años de gestión, logró la construcción del santuario dentro del terreno del arzobispado, en la Ciudad. La obra del quinto santuario en el país comenzó en enero de 1965 y, el 15 de agosto de aquel año, Plaza inauguró aquella capilla con una misa.
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