El Lobo decepcionó y le dio vida a San Martín

El equipo de Orfila hizo un mal partido, no encontró opciones ni los caminos para llegar al arco de enfrente y terminó perdiendo 1-0 contra un rival que lo jugó como una final

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Por FACUNDO ACHE

fache@eldia.com

Fue otra noche oscura para Gimnasia, casi sin cosas para rescatar. El 1-0 en contra duele más porque le ganó un equipo que tiene poco. Y este Lobo de Orfila, que no tiene mucho más, deberá replantearse unas cuantas cosas porque hay titularidad que funcionaron hace un par de fechas y ahora están en deuda. Sin embargo, lo más importante es que no hay un funcionamiento, no hay juego ni variantes ofensivas que incluyan una mayor dinámica.

Por eso, cuando queda en desventaja, al Tripero le cuesta tanto, más allá de que discutirá hasta el hartazgo una mano de Gastón Suso que ocupa un lugar indebido aunque con poco margen para quitar ese brazo de la línea de fuego, por cercanía y velocidad. Espinoza la vio en el VAR y marche preso. De todos modos, el falló no puede ni debe ocultar otra falsa actuación albiazul. En el inicio se armó el juego de ida y vuelta, porque Gimnasia llegó con un remate de Panaro que salió desviado, mientras San Martín buscó lastimar por los costados, pero con escaso éxito. Así, el equipo sanjuanino trató de meter al Lobo en su terreno en la primera parte del partido.

Desde un error de Borgogno, que pifió una pelota que terminó en el tiro de esquina, Pedro Silva metió un cabezazo de pique al piso que el arquero pudo rechazar.

Sin embargo, el local mostró más ambición aunque sin precisión en los últimos metros, salvó en una acción que terminó en un remate de García que se desvió y terminó en el córner. Y Diarte avisó con un remate alto desde lejos.

San Martín creció en su juego desde el manejo del Pulpo González. Justamente una acción del 10 verdinegro terminó en un centro de Salle que casi se le escapa entre las piernas al Mono Insfrán. Gimnasia, carente de contención, pudo sacar pocas pelotas hacia los costados, pero en una de ellas casi llega al gol porque Manuel Panaro buscó el segundo palo de Borgogno y la pelota se fue cerquita.

Con la punta del botín, casi llega al gol Ignacio Maestro Puch tras un centro desde la izquierda. La pelota salió pegada al palo izquierdo de Insfrán, pero fue un ejemplo más de los riesgos que asumió Gimnasia al recargar demasiado el juego sobre sus centrales. Por suerte para el Lobo, la solidez de Renzo Giampaoli y Gastón Suso fue vital para el Lobo en la primera mitad.

 

En el equipo no hay juego ni variantes ofensivas que incluyan una mayor dinámica

 

Marcelo Torres casi encuentra oro, cuando con una pirueta metió el tacazo a un centro de Silva Torrejón que estuvo cerca de meterse por arriba del golero Borgogno. El 0 a 0 del final del primer tiempo castigó la falta de profundidad del conjunto sanjuanino y -a la vez- dejó el contrasentido de un Gimnasia que no jugó bien pero que, sin embargo, dejó la sensación de que podía lastimar mucho a la defensa local si ajustaba algunas cuestiones del juego externo.

Para el complemento, el Tripero volvió con la novedad del ingreso de Bautista Merlini en lugar de Lucas Castro, en una búsqueda de mayor dinámica detrás de la posición del Chelo Torres. Gimnasia salió a pararse unos metros más adelante en la cancha, pero en la primera jugada del ataque sanjuanino Fernando Espinoza cobró penal luego de chequear la jugada por una mano ampliada de Gastón Suso. A los 8 minutos, Marco Iacobellis cambió el penal por gol para el 1 a 0 local y le hizo aún más cuesta arriba el partido al Lobo.

Gimnasia lo fue a buscar y llegó a posición de gol, primero con una media chilena de Nicolás Garayalde y después con una pelota que Torres agarró muy de abajo y se le fue demasiado arriba del travesaño tras una buena acción combinada liderada por Merlini. Así, el partido pasó al dominio tripero con el equipo local apostando a una contra que liquide el pleito.

Orfila buscó más juego ofensivo con el ingreso de Leandro Mamut por Seoane y refrescó la banda con la entrada del colombiano Juan José Pérez en reemplazo de Merlo. A la vez, Panaro pasó a acompañar a Torres en una dupla de ataque que obligó a recostar a Merlini, quien arrancó desde la izquierda hacia adentro.

San Martín dejó de jugar y se refugió en su campo. El Lobo tuvo la pelota y buscó combinaciones en ataque que no prosperaron y cuando el equipo finalizó con centros, chocó contra los centrales locales. Por eso, Nicolás Garayalde buscó de media distancia y le reventó el pecho a Borgogno, que dio rebote largo pero nadie llegó a capitalizar esa pelota suelta, con Panaro en el suelo y Espinoza diciendo “no hubo nada”.

Para los últimos minutos entraron Maximiliano Zalazar y Sebastián Lomónaco para tratar de sumar gente en el área del equipo cuyano, pero las ideas brillaron por su ausencia. Lo de Gimnasia en ofensiva fue inofensivo e intrascendente. Ni siquiera la apuesta a pegarla en una pelota quieta salvó al Lobo. Y el tiro (libre) del final -por un foul de Diarte a Lomónaco- se terminó yendo alto tras el remate de Silva. Y con él, la última chance de un Gimnasia que decepcionó en San Juan.

Otra derrota
Con la caída de anoche en el Hilario Sánchez, ante San Martín de San Juan (1-0), Gimnasia hilvanó la segunda derrota consecutiva en lo que va de este certamen. El equipo mens sana venía de perder en el Bosque ante Lanús por 2-1, y ayer dejó en el camino otros tres puntos en su lucha por engrosar la tabla de los promedios.

 

 

Gimnasia

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