La artista platense que deslumbró con su arte en el exilio

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La Real Academia Española define a “Peregrina” como “una persona que anda por tierras extrañas”. A modo de crítica, de ironía o quizás para explicar una contradicción, la muestra de arte de la artista platense -pero exiliada en Venezuela- Lucrecia Chaves, se llama “Peregrina por su tierra”.

Disponible durante las próximas dos semanas, la exposición exhibe el trabajo de Chaves, artista cuyo nacimiento (1940) y crianza, se forjaron en su casa de calle 15, a metros de Parque Saavedra.

En un contexto de formación y desarrollo en la Ciudad -y la obtención de numerosos premios como artista-, a raíz de la prohibición un libro con sus ilustraciones, debió exiliarse a Venezuela. Allí continuó con su carrera, formó una familia y concluyó sus últimos días.

La artista

Lucrecia, quien cursó su primaria en la Escuela N° 126, desde pequeña supo que sería artista. Su hija, Natalia Villafañe, contó a este diario: “Con sus padres y su hermana mayor, vivió una infancia curiosa y rebelde. No sólo dibujaba papeles, sino hasta las mismas paredes de la casa familiar”.

A posteriori, continuó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional. “En esa época, mi madre comenzó a ir siempre con su caballete y su caja de pinturas a realizar copias al natural de los animales del zoológico, y los árboles y las plantas del Bosque de La Plata”, enumeró Villafañe.

“Animales y plantas que estarían presentes en su obra a lo largo de su vida”, reflexionó la hija. Y tuvo razón. A lo largo de su carrera, Lucrecia Chaves construyó una trayectoria artística múltiple y experimental. Desde la producción de óleos, xilografías, piezas decorativas hasta estuarios para títeres, muñecas, tapices, esculturas y artesanías.

Desde muy joven, Chaves, obtuvo numerosos premios de dibujo y pintura.

Dentro de ese universo de artistas e intelectuales del siglo pasado, en un contexto pos guerra a nivel mundial y de algarabía política a nivel nacional, conoció a Javier Villafañe, poeta, titiritero y padre de sus hijos.

“Siempre en La Plata desarrollaron una intensa actividad artística en común. Escribiendo, ilustrando, publicando libros. Lucrecia hizo los carteles, las escenografías y los títeres con los que Javier actuaba durante las funciones”, recordó Villafañe. Y agregó: “También diseñó y pintó el mítico carro de caballos de la Secretaria de Cultura de Municipalidad de La Plata con el que, bajo el nombre de ‘Teatro del Barrilete’, recorrieron todos los barrios de la Ciudad”.

En 1967, bajo la Editorial Clartidad, Chaves publicó -con textos de Javier- “Don Juan, el Zorro. Vida y meditaciones de un pícaro”. Ese año, mientras estaban en la Universidad de Venezuela exponiendo, la dictadura argentina de Juan Carlos Onganía prohibió el libro.

“Por tal motivo debieron permanecer en el exilio, en Mérida. En él, nacieron sus dos últimos hijos pero no dejaron ilustrar libros y pintar murales; exponer y recibir premios y distinciones”, recordó Villafañe.

Desde aquel año y hasta la actualidad, “sólo regresó tres veces a La Plata”, señaló la hija y concluyó: “Mi madre estaría feliz de volver a exponer una parte del trabajo de toda su vida en su querida ciudad”.

Las obras de Chaves están disponible desde el viernes pasado 22 de agosto en la Biblioteca Popular La Chicharra (calle 18 esquina 71), en el barrio Meridiano V.

Asimismo, hasta el viernes 5 de septiembre, estará disponibles todos los días: lunes, martes y jueves de 9 a 13; miércoles de 15 a 18; y viernes de 16 a 19. ¿La entrada? Libre y gratuita.

 

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