Un nuevo escándalo libertario en Diputados entre Lemoine y Pagano

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Enemigas declaradas tras la fractura del bloque libertario, volvieron a protagonizar un duro enfrentamiento durante el informe de gestión de Guillermo Francos. Las protagonistas fueron, una vez más, Lilia Lemoine y Marcela Pagano. Su enemistad, que ya se ha transformado en uno de los símbolos de la fractura en el oficialismo, volvió a quedar expuesta en el recinto.

Así, la sesión en la Cámara de Diputados, en la que el jefe de Gabinete Guillermo Francos debía responder sobre cuestiones sensibles como la crisis por muertes por fentanilo contaminado, la situación del hospital Garrahan y los audios de Diego Spagnuolo que destaparon un esquema de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, tuvo un espectáculo bochornoso.

Pagano, ahora diputada del bloque Coherencia, iniciaba su interpelación a Francos cuando Lemoine, exaliada política y hoy enemiga, se paró frente a la cámara de Diputados TV. De esa manera, ocupaba el plano principal de la transmisión en vivo.

La periodista, irritada, interrumpió su propio discurso para denunciar lo que ocurría: “Mire lo que hace, el espectáculo de una persona que no está en sus condiciones. Voy a preguntar tres minutos y si usted me interrumpe, señor presidente, voy a preguntar”.

Martín Menem, titular de la Cámara y blanco habitual de los reproches de Pagano, intentó calmar las aguas y pidió a Lemoine que se sentara. La tensión, sin embargo, no cedió: mientras laexperiodista continuaba con su exposición, la libertaria la filmaba con su celular, sonriendo con ironía.

La escena escaló cuando Lemoine se paró junto a su rival en una actitud desafiante, mientras la diputada Lourdes Arrieta grababa el episodio con otro celular.

“Por favor diputada Lemoine, así podemos continuar con el informe del jefe de Gabinete”, pidió Menem, en un intento de restablecer el orden.

Enemistad feroz

Este cruce no fue el primero. En marzo, ambas ya habían protagonizado un escándalo en el recinto junto a otras legisladoras libertarias, que incluyó gritos, insultos y hasta un vaso de agua arrojado en plena sesión.

Ese día, las facciones dentro de La Libertad Avanza quedaron al desnudo: de un lado, Lemoine y Celeste Ponce defendiendo al núcleo duro mileísta; del otro, Pagano y Rocío Bonacci acusadas de ser “funcionales al kirchnerismo” por no seguir las órdenes del oficialismo.

La rivalidad se profundizó en las últimas semanas, cuando dos diputados libertarios votaron contra el veto de Javier Milei. Esa movida abrió la puerta a la creación de un nuevo bloque disidente en el que Pagano tuvo un rol clave. Lemoine, fiel al Presidente, no perdonó la ruptura y lanzó una de sus frases más filosas: propuso bautizar al nuevo espacio como “Manliba”, en alusión a la histórica empresa de recolección de basura.

ENTRE DENUNCIAS Y SOSPECHAS

En los pasillos del Congreso, el vínculo se volvió todavía más tirante cuando Pagano apoyó habilitar el debate sobre la emergencia en discapacidad, decisión que el oficialismo leyó como una traición. Desde entonces, las sospechas crecieron y, en los últimos días, dirigentes cercanos al Gobierno la vincularon con la difusión de los audios de Diego Spagnuolo, que sacudieron a la Agencia Nacional de Discapacidad con denuncias de coimas y corrupción.

El bochorno entre Lemoine y Pagano volvió a mostrar en público la fragilidad del bloque oficialista en Diputados. La interna libertaria no sólo expone diferencias ideológicas y de estrategia legislativa, sino también un enfrentamiento personal que parecen insalvables.

 

Cámara de Diputados
Lilia Lemoine
Marcela Pagano

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