Una transformación del encaje centenario en la pasarela de alta moda

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En el corazón de los montes Beskides, el pequeño pueblo de Koniaków (sur de Polonia) se vistió de gala con un desfile que puso en escena su tradición más preciada: el encaje artesanal.

En el marco de las Jornadas de la Encaje de Koniaków (el encaje de Koniaków tiene una tradición documentada desde mediados del siglo XIX), las pasarelas improvisadas en el antiguo horno de piedra del Koczy Zamek se llenaron de vestidos de novia, lencería y diseños contemporáneos elaborados a mano con el delicado crochet que identifica a la región. La elección del sitio, rodeado de montañas y con vistas privilegiadas, reforzó el carácter simbólico de un evento que une artesanía, moda y turismo cultural.

El desfile, organizado por el Centro del Encaje de Koniaków y curado por Lucyna Ligocka-Kohut junto a la Fundación Koronki Koniakowskie, reunió a artesanas locales y a modelos que llevaron con orgullo piezas únicas, testimonio de un oficio transmitido de generación en generación. La propuesta contó con el respaldo institucional de la Voivodía de Silesia y del condado de Cieszyn, lo que subrayó la intención de posicionar a este festival no solo como una celebración cultural, sino también como una plataforma para la promoción económica y turística de la zona.

La historia del encaje de Koniaków tiene resonancia internacional: se calcula que unas 700 mujeres de la aldea trabajan en este arte, cuyas piezas han llegado a pasarelas de ciudades como París.

 

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