VIDEO. Con grúas y robot, la demolición entró en su etapa “más delicada”
Edición Impresa | 5 de Agosto de 2025 | 02:21

Luego de un fin de semana sin actividad, la empresa encargada de los trabajos en el depósito incendiado en diagonal 77 y 48, retomó ayer las tareas de demolición, entrando así, en su “etapa más delicada”. Con la ayuda de dos enormes grúas y un robot dirigido desde un control remoto, se estima que el proceso para demoler la caja del montacargas demandará tres días enteros y 15 días más para el resto de la estructura, sumando una semana al plazo original del operativo.
El párate del pasado viernes por cuestiones climáticas y de seguridad, no solo atrasó un día los trabajos planificados en la zona, sino que además, obligaron a reordenar y cambiar la estrategia del operativo para avanzar con mayor seguridad y precisión.
En ese sentido, ayer por la mañana, el barrio se vio nuevamente revolucionado por la llegada de dos grúas de brazo largo y un robot Brokk.
“Entramos en la etapa más delicada. Por eso hemos traído herramientas mecanizadas que cuidan a los operarios. Lo vamos a demoler con ese pequeño robot, apoyándolo en la parte superior y demoliendo de arriba hacia abajo”, remarcó Fabián Damore, encargado de la tarea de demolición que realiza la compañía Grupo Mitre.
Según se explicó desde la empresa, la torre es considerada la parte “más complicada de la obra”, debido a su altura y ubicación lindera con el edificio de viviendas. “El aparato es manejado desde arriba de otra grúa, en donde dos operarios están en lo que pareciera un escenario dirigiéndolo con un control remoto, tipo joystick de PlayStation, lo que permite seguir el proceso a través de una cámara incorporada”.
Con ese contexto, siempre y cuando el clima acompañe, se calculan alrededor de tres días de intensos trabajos. “Planificamos seguir con esta herramienta liviana hasta que no represente un peligro. Luego, las tareas con la maquinaria más pesada van a demorar unos 15 días más para que el edificio quede a cero, es decir al ras del piso”, expresó Damore.
Un barrio paralizado
Mientras la estructura del depósito de Aloise se desintegra lentamente, el barrio sigue paralizado. Los vecinos, que todavía no pueden volver a sus hogares, y los comerciantes de la zona, que ven caer sus ventas, exigen más velocidad en las tareas.
Aunque en un principio se estimó que la demolición duraría tres semanas, la lentitud del proceso, que lleva hoy seis días efectivos de trabajo, genera incertidumbre. Sin embargo, fuentes municipales consultadas por este diario coincidieron en que el operativo continuará al menos 14 días más, “siempre y cuando las condiciones climáticas acompañen”.
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