Matilde Itzcovich, la promesa del deporte latinoamericano que dijo adiós con solo 16 años
| 8 de Agosto de 2025 | 16:54

La comunidad deportiva se encuentra conmocionada tras conocerse la trágica noticia del fallecimiento de Matilde Itzcovich, una de las figuras emergentes más prometedoras del karting en Uruguay. Con apenas 16 años, ya había marcado hitos históricos para el automovilismo uruguayo, compitiendo en los escenarios más prestigiosos del mundo. Su muerte fue confirmada por la Federación Uruguaya de Karting (FUK), que expresó su “más hondo pesar” y suspendió, como muestra de respeto, la quinta fecha del Campeonato Nacional prevista para este fin de semana en el Polideportivo de Mercedes.
El comunicado difundido por la FUK lamentó profundamente la pérdida de Matilde y extendió sus condolencias a familiares, amigos y a toda la familia del karting, un ámbito que conocía bien el temple, la vocación y la dedicación que la joven había demostrado desde sus inicios. La causa de su fallecimiento no ha sido confirmada oficialmente, pero eso no ha impedido que diversas instituciones del deporte uruguayo, como el club Peñarol, se sumen al luto y envíen mensajes de solidaridad en esta dolorosa circunstancia.
El vertiginoso ascenso deportivo de Matilde Itzcovich
El camino de Matilde en el karting fue vertiginoso y lleno de conquistas. En octubre de 2024 hizo historia al convertirse en la primera piloto uruguaya en disputar la gran final de la Copa ROK en Italia, enfrentándose a más de 400 corredores de todo el planeta en el exigente circuito de South Garda Karting. Un año antes, había logrado otra hazaña: clasificar a la final del Campeonato Mundial FIA de Karting en Inglaterra, también como pionera uruguaya en la categoría OK-N. Con un talento indiscutido y una ambición deportiva fuera de lo común, la adolescente ya se perfilaba como una referente para toda una generación.
Su carrera había nacido casi de manera casual a los 13 años, cuando expresó su deseo de correr durante una charla familiar. La primera experiencia en un circuito indoor fue reveladora: el dueño del lugar le sugirió dar el salto al karting profesional. Con perseverancia, logró entrar en la escuela del ex piloto internacional Raúl Bruschi, donde en apenas dos clases demostró un talento natural para el volante. Desde entonces, compitió en pistas de Uruguay, Argentina e Italia, consolidando una carrera que parecía no tener techo.
Más allá del karting, Matilde llevaba una vida marcada por el compromiso y la disciplina. A fin de dedicarse por completo al automovilismo, cursaba sus estudios de forma virtual y, aun así, mantenía un rendimiento académico destacado. Además, aprendía japonés, tocaba la guitarra y cultivaba una identidad personal que combinaba la sensibilidad artística con la ambición deportiva. En una entrevista reciente con el diario El País, había dejado una frase que hoy resuena con especial fuerza: “Si querés ser o hacer algo, luchás para conseguirlo”.
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