La abundante agua causa perjuicios en el campo bonaerense
Edición Impresa | 9 de Agosto de 2025 | 02:11

Desde uno de los centros más ricos en ganadería y granos de la Provincia, como lo es el distrito de Bolívar, se alertó en los últimos días que peligra la cosecha y la suerte del ganado por las inundaciones que sufre el 80 por ciento de los campos de ese partido bonaerense. Sin embargo, existen referencias sobre campos anegados en varios lugares de la Provincia, así como de canales y lagunas desbordados.
Tal como se dijo en este diario, las imágenes captadas desde el aire muestran una red de lagunas que cubren vastas extensiones, producto de un volumen de precipitaciones que, en lo que va del año, ya alcanzó los 1.300 mm, superando con creces la media anual de entre 900 y 1.000 mm. El panorama es tan grave que el agua no se escurre ni se evapora, ya que la napa freática está saturada.
Sin embargo, esas escenas pueden verse en muchos otros lugares de la Provincia. Un simple viaje por la ruta 2 hacia Mar del Plata permite comprobar la magnitud de las inundaciones y anegamientos en muchos campos, así como la acumulación de grandes masas de agua en la zona de Dolores, en el margen derecho de la mencionada ruta en dirección hacia la Costa. Hay varios canales y lagunas totalmente colmadas.
Una vez más son muchos los municipios del interior de la Provincia –afortunadamente no todos- que se encuentran en situación crítica, ya que entre otras consecuencias peligra la cosecha de granos y está en riesgo el ganado por los anegamientos e inundaciones.
Este desastre hídrico tiene consecuencias directas y severas para la producción agropecuaria. La cosecha de trigo y cebada será mínima, o incluso nula, pues gran parte de los campos están bajo el agua. Si las lluvias continúan, la situación se volvería más que crítica.
Lo cierto es preocupante que el recurso más rico con que cuenta la Provincia, cuyo efecto multiplicador también aporta fuentes de trabajo y de riqueza general, sigue al arbitrio de los caprichos climáticos.
Tal como se ha señalado en reiteradas oportunidades, al margen de que la sequía y los períodos lluviosos constituyen fenómenos naturales obviamente inmodificables para el hombre, sí corresponde formular consideraciones referidas a la previsión y manejo que pueden hacerse con estos ciclos de alternancia climática que se presentan en la pampa húmeda y especialmente en nuestra provincia.
No se puede seguir actuando siempre por reacción y sólo cuando las inundaciones o sequías se vuelven críticas, mediante operativos que resultan esporádicos, desplegándose estrategias de corto plazo o, a lo sumo, aptas para paliar mínimamente algunas emergencias, pero muy alejadas, por cierto, de la política integral que la Provincia necesita desde hace décadas para el campo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE