Odisea Conurbano: el drama de llegar a La Plata

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Vivir en el Conurbano y viajar a La Plata no es para cualquiera. Diariamente, estudiantes, trabajadores o visitantes de paso, se arman de paciencia para llegar a la Ciudad ¿Los motivos? Varios, pero hay uno que resuena y desgasta: cada vez hay menos opciones para llegar desde zona sur.

Además de ser la capital bonaerense, La Plata atrae por su oferta formativa y de investigación (a través de sus universidades), sus ministerios, oficinas y su enfoque histórico y cultural. Menos atractivas son las vías de acceso a través del micro desde el Gran Buenos Aires.

En este marco, los transbordos de tren y colectivos, las más de 2 horas de viaje, las eternas esperas y los aumentos mensuales de los boletos se convierten en un dolor de cabeza diario para los habitantes de zona sur.

“Vivo en San Francisco Solano, Quilmes, estudié y ahora trabajo en La Plata. La única alternativa directa que tengo es el 338, que, además de costar el doble que un colectivo normal, tiene una frecuencia que es un desastre”, comentó Carolina, odontóloga de la UNLP.

Para quienes eligen el transporte de cuatro ruedas, solo hay tres opciones que llegan a la Ciudad: el 338 (TALP) que recorre 83 kilómetros desde Morón, la línea 418 desde Berazategui y la 414 que inicia en Florencio Varela.

“Me subo en Avenida Calchaquí a la altura de Bosques, Berazategui, y muchas veces no me para porque viene lleno desde el Cruce Varela. Eso hace que tenga que salir con el doble de tiempo de mi casa porque sino me arriesgo a llegar tarde a la facultad. Entonces el viaje que tiene que ser de 1 hora y 30 minutos se convierte en casi 3”, expresó Mauro, pasajero frecuente del TALP.

En este sentido, Martina, otra usuaria de la línea sumó: “Pago más de 1.600 pesos el boleto y me aumenta todos los meses. El servicio deja mucho que desear. Si bien dicen que pasan cada 20 minutos, lo he llegado a esperar 2 horas reloj”.

Otro de los dramas frecuentes de los pasajeros, son los reiterados recortes de recorrido entre las estaciones del Tren Roca y los transbordos que deben realizar. El mes pasado llegaba hasta Tolosa y este fin de semana se termina y arranca desde Villa Elisa.

“Como soy de Bernal, muchas veces me tomaba un micro hasta la estación de Quilmes y de ahí el tren, lo que me implicaba un mayor presupuesto, pero ahora ya ni con ese transporte se puede contar”, sumó Martina.

Asimismo, desde mediados de agosto, la Secretaría de Transporte oficializó el desdoblamiento de la línea 129, creando una nueva: 197. En este esquema, la línea 129 quedó concentrada en los trayectos de larga distancia de Capital Federal hacia La Plata, mientras que la flamante 197 solo cubre recorridos urbanos en el sur del Gran Buenos Aires, por lo que achica la movilidad hacia la Ciudad.

 

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