El PJ relativiza el impacto electoral que pueda tener el respaldo de EE UU a Milei

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El apoyo político y económico del expresidente estadounidense Donald Trump al gobierno de Javier Milei, a través de un swap de 20 mil millones de dólares y la posible compra de bonos argentinos, generó una rápida estabilización en los mercados financieros locales. Sin embargo, en el peronismo consideran que ese alivio no tendrá un efecto determinante en las elecciones nacionales del 26 de octubre. Dirigentes de Fuerza Patria señalaron que la ayuda externa evitó un agravamiento de la crisis cambiaria, pero no impacta en la economía cotidiana de la población. “La gente sigue con dificultades para llegar a fin de mes”, advirtieron.

Desde el justicialismo plantean que la medida tiene un fuerte efecto mediático y político, aunque sin traducción inmediata en la vida diaria de los votantes. En la provincia de Buenos Aires, donde Fuerza Patria se impuso por 13 puntos en las elecciones del 7 de septiembre, descartan que el respaldo internacional pueda modificar de manera significativa ese resultado.

En esa línea, referentes del espacio sostienen que el Gobierno no ha impulsado en los últimos dos años políticas que alivien el bolsillo de los sectores populares. “Esto no resuelve los problemas estructurales, pero evita un colapso antes de los comicios”, remarcaron.

Desde Fuerza Patria mantiene expectativas de triunfo en varias provincias y proyectan dar pelea en otras. De todos modos, dirigentes opositores admiten que el Gobierno conserva un caudal importante de apoyo y que persiste en parte del electorado un rechazo hacia las propuestas vinculadas al peronismo, por el recuerdo de la gestión anterior.

Un funcionario bonaerense lo sintetizó de manera contundente: “La situación social no cambió antes ni después del viaje de Milei a Nueva York. El problema sigue siendo la economía real: falta trabajo, cierran empresas y los ingresos no alcanzan”.

Con ese diagnóstico, el peronismo busca mantener la unidad interna, reforzar la polarización con el oficialismo y evitar errores en la recta final de la campaña.

La estrategia, aseguran, apunta a consolidar el voto opositor frente a un Gobierno que logró estabilizar momentáneamente la economía, pero que continúa enfrentando una delicada situación social.

 

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