El “Retrato de una dama”: la obra robada por los nazis que reapareció en Mar del Plata
| 3 de Septiembre de 2025 | 17:41

La aparición en Mar del Plata de Retrato de una dama, una pintura del italiano Giuseppe Ghislandi (1655-1743), reabrió un capítulo doloroso de la historia del siglo XX: el saqueo de obras de arte por parte del nazismo. La pieza había sido parte de la colección del marchante judío Jacques Goudstikker, despojado de unas 1.200 obras durante la invasión alemana a Países Bajos en 1940.
El cuadro terminó en manos de Friedrich Gustav Kadgien, un especialista en finanzas que se desempeñó como colaborador de las SS y asesor de Hermann Göring, segundo hombre del Tercer Reich y gran saqueador de arte europeo. Kadgien se radicó en la Argentina después de la guerra y murió en Buenos Aires en 1978. Décadas más tarde, la obra reapareció colgada en el living de la casa de una de sus hijas, Patricia, en el barrio Parque Luro de Mar del Plata.
Una pista desde Holanda
La historia salió a la luz gracias al trabajo del medio neerlandés AD. Su corresponsal en Buenos Aires, Peter Stouten, intentó contactar a Patricia y a su hermana Alicia Kadgien, sin éxito. Pero al revisar la web de una inmobiliaria que ofrecía en venta la casa familiar, detectó en una de las fotos del living el inconfundible “Retrato de una dama”.
La noticia dio la vuelta al mundo. Interpol Argentina y la Agencia de Recaudación y Control Aduanero presentaron denuncias judiciales. La Justicia federal ordenó allanamientos en varias propiedades vinculadas a la familia Kadgien en Mar del Plata. Sin embargo, en la primera inspección, el cuadro ya no estaba: en su lugar habían colgado un tapiz con caballos.
La entrega tras el arresto
La situación se tornó insostenible para Patricia Kadgien (59 años) y su esposo, Juan Carlos Cortegoso. Ambos fueron puestos bajo arresto domiciliario por orden del juez federal Santiago Inchausti, acusados de encubrimiento. Presionados por la medida y por nuevos allanamientos, la pareja terminó reconociendo que tenían la obra.
En un primer intento, su defensa presentó la pintura en el fuero civil, acompañando un escrito en el que reclamaban la titularidad por herencia o, en su defecto, por prescripción. Incluso mencionaron un supuesto recibo de compra datado en 1943 en un museo alemán, a nombre de un familiar.
Pero la jueza civil Patricia Juárez se declaró incompetente y devolvió el caso al fuero federal. En su resolución citó normativa internacional sobre restitución de obras robadas durante el Holocausto, como los Principios de Washington de 1998 y la Declaración de Terezin de 2009. “La jurisdicción ordinaria no resulta competente en un caso que podría constituirse como crimen internacional”, subrayó.
Finalmente, el matrimonio llevó personalmente el cuadro a la fiscalía federal de Mar del Plata, donde quedó bajo custodia judicial.
Otros bienes en la mira
Los allanamientos no solo buscaban “Retrato de una dama”. En distintas propiedades de la familia Kadgien se hallaron grabados, bocetos y dos retratos del siglo XIX envueltos, como listos para ser trasladados. Peritos especializados intentan determinar si también forman parte de piezas robadas durante la guerra o si su origen es legítimo.
La fiscalía sospecha que podría haber más obras de valor vinculadas al saqueo nazi, lo que agrava el cuadro judicial de Patricia Kadgien y su esposo.
La causa judicial
El fiscal Carlos Martínez, a cargo de la investigación, sostiene que el matrimonio intentó obstruir a la Justicia escondiendo la obra tras el escándalo. El juez Inchausti debe resolver si amplía la medida de arresto domiciliario a prisión preventiva o si levanta las restricciones. La audiencia es pública y se espera que se expongan los fundamentos de la imputación.
El caso se enmarca en la figura de encubrimiento, pero podría tener proyecciones mayores: la tenencia de un bien robado en el marco de un genocidio, lo que lo convierte en un delito imprescriptible según el derecho internacional.
Una deuda: la restitución
Los herederos de Jacques Goudstikker reclaman la devolución del cuadro, incluido en el registro oficial de piezas desaparecidas que lleva la Agencia de Patrimonio Cultural de Países Bajos. El marchante murió huyendo de los nazis y sus descendientes han librado una larga batalla para recuperar su patrimonio.
En el mundo existen miles de casos similares. El expolio cultural del nazismo se calcula en más de 650.000 obras de arte. Muchas fueron restituidas en las últimas décadas, pero otras aún permanecen en museos, colecciones privadas o, como en este caso, ocultas durante generaciones.
Argentina en el centro del debate
La aparición de “Retrato de una dama” en Mar del Plata coloca a la Argentina en una trama global sobre memoria, justicia y reparación. El país, que recibió a miles de inmigrantes europeos tras la guerra, también fue refugio de exjerarcas nazis. El hallazgo de esta obra refuerza la necesidad de mecanismos eficaces para rastrear y devolver bienes culturales expoliados.
El desenlace del caso Kadgien no solo definirá la suerte judicial de Patricia y su esposo. También será un test para la Argentina frente a la comunidad internacional sobre cómo se maneja la restitución de patrimonio robado durante uno de los capítulos más oscuros de la humanidad.
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