Kicillof y Milei exponen parte de su capital político en un atípico turno electoral

José Picón

Sus nombres no estarán en las boletas. No competirán directamente por ningún cargo electivo ni se jugarán la permanencia en sus gobiernos. Sin embargo, Axel Kicillof y Javier Milei serán los protagonistas centrales de una disputa que se saldará mañana en las urnas y que podría empezar a escribir al menos un capítulo importante del futuro político de ambos dirigentes.

Las elecciones bonaerenses que se llevarán a cabo mañana dirimirán, en lo formal, los cargos de legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares que estarán en juego. Sin embargo, la proyección de sus resultados acaso tengan un impacto mucho más expansivo que el frío aunque trascendente número del final.

El Gobernador pondrá en juego el capital político que construyó cuando comenzó a tomar distancia de Cristina Kirchner. Parte central de ese recorrido fue la decisión que sostuvo, contra viento y marea, de desdoblar las elecciones bonaerenses y separarlas por primera vez de las nacionales. Fue una jugada al límite que impuso pese al rechazo de la ex presidenta y de Sergio Massa con la que buscó cimentar dos caminos: el del acercamiento a numerosos intendentes peronistas que vieron en su figura la llave para cerrarle la puerta a La Cámpora. También, el de la consolidación de una proyección nacional de cara a 2027.

Una eventual victoria de Fuerza Patria constituiría un espaldarazo para aquella ambición presidencial que anida en Kicillof aunque, claro, no le despejaría un camino no exento de obstáculos.

Aún saboreando las mieles del triunfo, al Gobernador le queda mucho con qué lidiar dentro del peronismo. Mirando el ombligo de la Provincia, seguirá contando con escasa tropa propia en la Legislatura para afrontar los dos últimos años de su administración. No se trata de un dato menor: ha sido la propia interna del PJ la que le frenó hacia fines del año pasado, la aprobación del Presupuesto 2025. ¿Habrá incentivos para colaborar de parte de  La Cámpora y el massismo si los caminos se bifurcan y Kicillof no es el candidato presidencial bendecido por Cristina Kirchner?

Por lo pronto, hay dirigentes cercanos al Gobernador que, envalentonados, no quieren perder tiempo y buscan capitalizar un eventual triunfo frente al mileísmo. Por eso, empujan la inmediata instalación de la candidatura presidencial de Kicillof si las urnas le sonríen al peronismo. Lo dijo hace algunas horas, en el cierre de campaña en su distrito, el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. El alcalde no es un electrón libre en el ecosistema oficialista: su opinión es compartida por muchos de los jefes comunales que, como él, van mañana como candidatos testimoniales.

Para la Casa Rosada, los comicios en la Provincia suponen más que un test en un distrito que concentra nada menos que el 37 por ciento del padrón nacional. Mucho más en tiempos de enormes turbulencias por las que transita el gobierno libertario, que mezcla denuncias por presuntos actos de corrupción, costos políticos si se quiere evitables como los que debió pagar a partir de decisiones del  Congreso y una economía que dejó de crecer desde hace algunos meses.

Milei planteó las elecciones bonaerenses en su propios términos: una oportunidad para ratificar la marcha de su administración. Los avatares de las últimas semanas generan, ahora, ruidos e interrogantes que podrían impactar sobre aquella estrategia.

El clima de confianza que se respiraba en el Gobierno le abrió, hace algunos días, la puerta a la cautela. El propio Presidente habló en su última intervención electoral de “empate técnico”. Hay quienes dejan trascender en el pináculo del poder nacional que, tal como vienen las cosas en una administración que perdió el control de la agenda pública desde hace varias semanas, sería “negocio” incluso una derrota honrosa que no exceda los 4 puntos.

El gobierno libertario estaría analizando dos circunstancias clave. La primera, que una victoria holgada del peronismo podría generar dudas en los mercados respecto del volumen político para sostener un plan que defiende como la única opción posible. Hay otro asunto que, acaso, le interese mucho más a Milei que la pelea por la Legislatura y los concejos deliberantes: las elecciones generales de octubre donde los bonaerenses deberán ir otra vez a las urnas para elegir diputados nacionales.

Por eso, para la Casa Rosada salir con vida del turno electoral de mañana es central para sostener la épica de la remontada en apenas 50 días . La victoria sería el mejor de los escenarios. Pero perder por poco es un plato agridulce que el mileísmo, en este contexto, ya no rechazaría.

 

Axel Kicillof
Javier Milei
Elecciones 2025
Provincia de Buenos Aires

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