Presentan un proyecto para regular a los criaderos de perros: estalló la polémica
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2025 | 03:17

acastillo@eldia.com
Hace un par de semanas, la diputada bonaerense Silvina Vaccarezza (UCR+ Cambio Federal) presentó un proyecto de ley que busca regular los establecimientos dedicados a la cría de perros, con el propósito de “proteger el bienestar animal, la salud humana y el medio ambiente”, según explicó la propia legisladora.
A rasgos generales, la iniciativa obliga a los criaderos a tener una habilitación municipal y la dirección técnica de un profesional de la Medicina Veterinaria, además de condiciones mínimas de infraestructura y responsabilidades de los titulares. En simultáneo, establece un esquema de sanciones aplicables a quienes no cumplan con la normativa, que van desde un apercibimiento y multas, hasta la suspensión de la habilitación, la clausura del criadero y/ o el decomiso de los perros mediante una orden judicial previa. En este caso, los animales serían entregados en custodia a ONGs de protección animal.
Como pasa con cualquier temática, pero en particular con ésta, la propuesta no tardó en sumar voces a favor y en contra, como la de un colectivo animalista que envió una nota dirigida al Presidente de la Cámara de Diputados provincial, Alexis Guerrera, para protestar por la iniciativa. Consideran que la regulación terminaría por “aprobar el maltrato y la crueldad. Toda forma de explotación de un ser sintiente debe ser prohibida, jamás regulada”, argumentan.
“EXISTEN PORQUE HAY DEMANDA”
“Los criaderos existen y van a seguir existiendo”, contrapone Vaccarezza, “pero lo que no hay es una normativa que proteja a los animales, la salud humana y el medio ambiente”, además de organizar “la cantidad de ordenanzas que andan dando vueltas” en las distintas localidades de la Provincia.
Aclaró también que el proyecto fue “consensuado por varios actores”, como el Colegio de Veterinarios, el Kennel Club Argentino (registro oficial canino) y criadores, entre otros.
Según la legisladora, “todos están interesados en que se regule el sector, porque los ilegales están haciendo estragos, entre los animales y a todo nivel”. Puso como ejemplo algunos criaderos del Conurbano, a los que describió como “un horror”, aunque el problema no conoce de territorio: casi a diario son noticias los allanamientos en viviendas porteñas atiborradas de animales hallados en condiciones insalubres, para la reproducción y su venta.
“Quienes llevan todo a términos de blanco o negro postulan que hay que eliminar todos los criaderos, pero van a seguir existiendo”, lamentó Vaccarezza, “por lo cual es preferible que haya sanciones si es necesario, con multas importantes y retiro de los animales”.
E insistió: “Hoy las mascotas son parte de nuestras familias y el maltrato tiene que ser cero. Yo celebro la adopción y la fomento; convivo con tres perros adoptados, pero se mantiene la demanda de personas que compran razas. Por eso debe haber una normativa”.
El proyecto de ley -que todavía no tiene estado parlamentario ya que la Legislatura corre a la velocidad del ritmo electoral- establecen ciertas condiciones de infraestructura para los criaderos, en lo que refiere a “materiales utilizados en la construcción, espacio asignado para el alojamiento de los perros, caniles, dimensiones mínimas de caniles, enfermería, sala de maternidad, circuitos de esparcimiento, eliminación de excrementos y aguas residuales, número máximo de animales alojados y todo otro dato de interés”.
¿Quién controlaría que esto se cumpla? La normativa contempla la creación de un “Fondo para la Supervisión y Control de los establecimientos”, con lo “recaudado en concepto de multas, intereses, recargos e infracciones”. También con “recursos que provengan de organismos nacionales, internacionales, organizaciones no gubernamentales”.
¿Y cómo rastrearlos? “Todo está expuesto en internet”, dice Vaccarezza, “si no, no venden”.
“TERRIBLE PRECEDENTE”
Enteradas de esta iniciativa, casi un centenar de personas -entre profesionales, docentes e investigadores en el Derecho Animal-, además de Institutos de la abogacía y organizaciones de protección y salvaguarda de los animales, expusieron su descontento en la nota que elevaron al presidente de la cámara baja provincial.
Reclamaron “verdaderas políticas en defensa de la protección y el bienestar de los animales, no que se fomenten y avalen actividades que impliquen sufrimiento, maltrato, crueldad y sometimiento” de los mismos “para usufructo del humano”.
Destacaron que “cada vez más municipios se pronuncian contra la venta de animales, en la vía pública, comercios, domicilios y algunos con prohibición total de la cría y venta. Abrir este debate, avalados por parte de quienes solo tienen un interés económico creado, incentiva la explotación de más vidas, haciéndolos víctimas de abusos, habilitando fábricas de cachorros donde priorizan la cantidad de crías igual ganancias, ante que sus derechos, los cuales no serán respetados y esos emprendimientos comerciales nunca serán controlados, infringiendo lisa y llanamente la Ley Penal nacional 14346 contra los actos de maltrato y crueldad”.
Para los firmantes, entre los que se encuentra la fiscal platense María Eugenia Di Lorenzo (a cargo de la UFIJ 17, contra el maltrato animal), “el proyecto mencionado solo siembra un terrible precedente contra el bienestar animal y atenta contra las normas de protección legal de los sintientes, fomentan una visión de los animales como objetos, y contribuyen al abandono y a la sobrepoblación en refugios”.
“NO QUEREMOS LA CLANDESTINIDAD”
Miguel Nodar es presidente del Kennel Club Argentino, que es un registro oficial canino con casi un siglo de vida, dedicado a “asesorar a los criadores para que mejoren sus programas de cría”. Aseguran hacer hincapié en la salud, sobre otros parámetros, “educando sobre la funcionalidad de las razas, reempadronando a ejemplares sin documentación mediante el sistema de microchip, y creando lazos entre los productores de todo el territorio y del exterior”.
Consultado por EL DIA, Nodar dijo estar a favor del proyecto de Vaccarezza, por considerarlo superador a uno presentado anteriormente por otra legisladora: “Ese era extremista. No solamente no ibas a poder criar perros o gatos. Prohibía tenerlos en un patio y hasta le permitía a un proteccionista pasar por encima de la justicia, quitándote un animal si entendía que lo tenías mal. También contemplaba subsidios para proteccionistas que no son refugios”.
Desde el Kennel Club refieren que los criaderos registrados rondan los 3000, aunque estiman que son más de 5000 en toda la Provincia.
“Los criadores queremos un marco normativo, no que cualquiera que nos lleve a la clandestinidad. Si mañana se prohíbe la crianza, eso abarcaría también a los mestizos. Y si no se cría ningún perro, se extinguen. La Constitución lo define como un ecocidio”, dispara Nodar.
Según Nodar, todos los días varias personas escriben a las redes del Kennel Club pidiendo “datos de criaderos oficiales de determinadas razas”. Por cuestiones obvias, no figuran allí los datos de los criadores, pero sí los nombres de los sitios, de modo que los interesados pueden validar si se trata de lugares oficiales, o no.
Publican también los registros de las distintas camadas de cachorros, las normas de excelencia de la organización, “basadas en estándares internacionales, que aseguran el bienestar y fomentan la crianza responsable” y las condiciones de la libreta de bienestar animal
“El veterinario de cabecera controla la salud de los animales y las condiciones del lugar” de crianza, explica Nodar.
“HAY DE TODO”
Marcelo Weikop es handler internacional (manejador) y preparador físico profesional de ovejeros alemanes, a los que entrena y presenta desde hace más de 40 años. Con ellos participó de competencias internacionales en 28 países y ganó campeonatos mundiales. “Tuve criadero registrado y manejé varios también”, cuenta en un mano a mano con EL DIA, pero ya no. Convive con una caniche que es su mascota, y aunque continúa en contacto con ovejeros alemanes, ya no lo hace como estricto trabajo, sino en modo “hobbie”.
“En Argentina el concepto de crianza, en general, es bueno, pero como en todo, hay de todo”, admite, por lo cual está a favor de una legislación que controle, por ejemplo, las dimensiones de los caniles y condiciones del terreno en los que funcionan los criaderos, porque eso “también genera complicaciones con el vecindario”.
“Antes, los criadores de ovejeros teníamos un inspector de cría que hacía una inspección, pero eso se fue diluyendo”, recuerda, sin pasar por alto que esa raza en particular tiene en el club POA (Perro Ovejero Alemán), el contralor de la crianza para mejorar la raza.
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