Lamadrid: espeso clima político y agresión al intendente Pellita
| 6 de Octubre de 2003 | 00:00

El intendente de General Lamadrid y ex compañero de fórmula para la Gobernación bonaerense de Aldo Rico, Juan Carlos Pellita, sufrió un desmayo en plena vía pública de esa ciudad tras ser atacado a golpes de puño "por tres empleados municipales que adhirieron a la lista del PJ en los últimos comicios". El jefe comunal denunció la agresión en la comisaría lugareña y advirtió tanto al titular de esa dependencia policial como a la fiscal interviniente, que de ahora en más "saldré a la calle con una pistola nueve milímetros de mi propiedad en la cintura".
Así se lo hizo saber a este diario, al tiempo que denunció que el violento episodio del que resultó víctima "fue orquestado por el Partido Justicialista del distrito". Para abonar esa teoría, sostuvo que "el propio candidato a intendente peronista y actual presidente del Concejo Deliberante, Horacio Scazzola, salió públicamente a justificar esta agresión". En ese distrito, el triunfo para intendente quedó en manos del radical Alfredo Valicenti y el segundo lugar fue para Scazzola.
En cuanto al sindicado como el mayor agresor de Pellita, se informó que se presentó espontáneamente en sede policial, donde un rato más tarde quedó en libertad aduciéndose que el hecho que se le imputa "no exige su detención".
Vale recordar que el clima preelectoral en ese municipio se desarrolló en medio de un abierto enfrentamiento entre el intendente Pellita y el peronismo, por cuanto dirigentes de este partido político no perdonaron a aquél que haya decidido presentarse por afuera del PJ para postularse como candidato a vicegobernador de Aldo Rico.
Inclusive, Pellita denunció que la comisión investigadora que se le creó en su contra y que determinó que en agosto pasado se aprobara en el Concejo Deliberante una suspensión por 30 días en su cargo "fue ideada por el justicialismo local y apoyada por el edil Scazzola". Finalmente, tal como informara este diario, promediando esa medida Pellita fue restituido al frente del Ejecutivo de General Lamadrid mediante un fallo de la Suprema Corte, tribunal al cual el intendente había presentado un recurso de amparo solicitando que se anulara la resolución del deliberativo municipal.
EMPLEADOS CESANTEADOS
Luego de concluida la contienda electoral, Pellita dispuso prescindir de cinco empleados municipales que formaban parte de la planta temporaria de personal, de los cuales dos de ellos posteriormente fueron reincorporados, siendo uno de estos casos el de la esposa del responsabilizado como el principal agresor de Pellita.
Este último indicó al respecto que "a la esposa de este muchacho la notificamos de su reincorporación antes de esta cobarde agresión que sufrí".
Pellita aludió luego a la feroz golpiza recibida: "Todo ocurrió cuando salía de una radio local, donde justamente hablé del tema de la no renovación de estos contratos, y en la vereda de la emisora me empujaron estos tres empleados municipales y uno de ellos me pegó una fuerte trompada en mi ojo derecho, después dos de ellos me agarraron de los brazos y el otro me dio un golpe en la boca del estómago. Enseguida me gritaron que me iban a matar y ya no recuerdo más nada, porque seguidamente me desmayé".
Comentó a continuación que "hice la denuncia ante la comisaría local y además le advertí tanto al comisario como a la fiscal de Olavarría que vino por este caso, que desde ahora saldré con una pistola nueve milímetros de mi propiedad en la cintura, por si tengo que defenderme de una agresión incluso peor de la que tuve, que a mi entender fue con premeditación y alevosía".
Así se lo hizo saber a este diario, al tiempo que denunció que el violento episodio del que resultó víctima "fue orquestado por el Partido Justicialista del distrito". Para abonar esa teoría, sostuvo que "el propio candidato a intendente peronista y actual presidente del Concejo Deliberante, Horacio Scazzola, salió públicamente a justificar esta agresión". En ese distrito, el triunfo para intendente quedó en manos del radical Alfredo Valicenti y el segundo lugar fue para Scazzola.
En cuanto al sindicado como el mayor agresor de Pellita, se informó que se presentó espontáneamente en sede policial, donde un rato más tarde quedó en libertad aduciéndose que el hecho que se le imputa "no exige su detención".
Vale recordar que el clima preelectoral en ese municipio se desarrolló en medio de un abierto enfrentamiento entre el intendente Pellita y el peronismo, por cuanto dirigentes de este partido político no perdonaron a aquél que haya decidido presentarse por afuera del PJ para postularse como candidato a vicegobernador de Aldo Rico.
Inclusive, Pellita denunció que la comisión investigadora que se le creó en su contra y que determinó que en agosto pasado se aprobara en el Concejo Deliberante una suspensión por 30 días en su cargo "fue ideada por el justicialismo local y apoyada por el edil Scazzola". Finalmente, tal como informara este diario, promediando esa medida Pellita fue restituido al frente del Ejecutivo de General Lamadrid mediante un fallo de la Suprema Corte, tribunal al cual el intendente había presentado un recurso de amparo solicitando que se anulara la resolución del deliberativo municipal.
EMPLEADOS CESANTEADOS
Luego de concluida la contienda electoral, Pellita dispuso prescindir de cinco empleados municipales que formaban parte de la planta temporaria de personal, de los cuales dos de ellos posteriormente fueron reincorporados, siendo uno de estos casos el de la esposa del responsabilizado como el principal agresor de Pellita.
Este último indicó al respecto que "a la esposa de este muchacho la notificamos de su reincorporación antes de esta cobarde agresión que sufrí".
Pellita aludió luego a la feroz golpiza recibida: "Todo ocurrió cuando salía de una radio local, donde justamente hablé del tema de la no renovación de estos contratos, y en la vereda de la emisora me empujaron estos tres empleados municipales y uno de ellos me pegó una fuerte trompada en mi ojo derecho, después dos de ellos me agarraron de los brazos y el otro me dio un golpe en la boca del estómago. Enseguida me gritaron que me iban a matar y ya no recuerdo más nada, porque seguidamente me desmayé".
Comentó a continuación que "hice la denuncia ante la comisaría local y además le advertí tanto al comisario como a la fiscal de Olavarría que vino por este caso, que desde ahora saldré con una pistola nueve milímetros de mi propiedad en la cintura, por si tengo que defenderme de una agresión incluso peor de la que tuve, que a mi entender fue con premeditación y alevosía".
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