Sin rastros del menor que desapareció en Los Hornos

Los rastrillajes continúan, pero no hay noticias del chico. Crece la desesperación

Hace más de 20 días Alan Solís, el chico de 11 años que mantiene en vilo a todos los habitantes de Los Hornos, salió del comedor ubicado en la calle 59 entre 163 y 164 y nunca más se tuvo noticias de él. Rastrillajes por cielo y tierra que hasta el momento arrojaron resultados negativos, angustia y muchísimo temor, describen una realidad desesperante.

Anteanoche la familia organizó una marcha hasta la Iglesia de 60 y 28 para "pedirle a la Virgen por su aparición", aunque al cierre de esta edición continuaba la incertidumbre.

El menor se domicilia en una humilde vivienda de la calle 162 bis entre 57 y 58. Y allí lo esperan su mamá, Mercedes Zinna (32), su pareja Alejandro Corvalán (30), y los seis hermanos de Alan, Milagros (14), Angel (12), Estela (8), Celeste (6), Kevin (2), y Dylan (1).

Para el capitán Gustavo Desmul, titular de la comisaría 3º y responsable directo de la investigación, hay muchas versiones, pero ninguna certeza.

"Dicen haberlo visto por última vez a las 18 de ese jueves 16 de junio. Y otros hablan de las 20". Pero, en concreto, "nadie se acercó hasta la Policía con datos precisos. Todas las versiones que están circulando ya fueron desestimadas", aclaró.

Según el jefe policial, no es hora de hacer conjeturas, "lo único que importa es encontrar al chico", destacó.

Los rastrillajes, en los que participan agentes de diversas dependencias de seguridad, con helicóptero, caballos y perros adiestrados incluidos, no sólo están centrados en descampados, cursos de agua y zonas arboladas. También se lo está buscando en terminales de micros y estaciones de trenes de distintas localidades aledañas.

En medio de tan terrible panorama, la pareja de la madre del menor aportó un dato por demás inquietante: "Hay testigos que vieron a Alan entre las 13,30 y las 14 con una persona de entre 20 y 25 años en una bicicleta circulando por la avenida 60 hacia el centro. Sabemos muy bien quien es esa persona, y cuando yo lo fui a enfrentar me respondió que jamás había tratado a Alan, y hasta me amenazó para que no hablara más. La Policía sabe todo esto, y si ellos no actúan voy a tener que actuar yo".

"Alan era un chico sano y despierto, que jugaba al fútbol, armaba barriletes, un chico como cualquier otro de su edad. Pero no era de andar lejos, nunca salió del barrio y ni siquiera nunca se había subido solo a un colectivo", indicó su madre con signos de visible abatimiento.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE