Tigre y Boca se juegan todas sus fichas a la Victoria

Lanús no es el único chico que sueña con el título. Hay otro que no se conforma con ser la sorpresa del torneo Apertura: Tigre, que a esta altura de la competencia, cuando quedan apenas dos fechas, marcha segundo, a tres unidades del líder, algo inimaginable. Pero el conjunto de Diego Cagna se ganó ese derecho a través de una soberbia campaña que llenó de orgullo y de entusiasmo a su público. Enfrente, desde las 18.10, (televisa TyC Max) estará Boca, que llega a este choque -adelantado de la última jornada- sacudido por su reciente derrota frente a Arsenal y que ya no depende de sí mismo. Para ser campeón tendrá que imponerse en Victoria, esperar además que Gimnasia rasguñe al menos un empate en Lanús y después jugársela en la Bombonera contra los dirigidos por Ramón Cabrero. Un combo difícil, aunque no imposible, por eso el Xeneize intentará cumplir con su obligación frente a Tigre.

En el agónico triunfo sobre Rosario Central, muchos repararon en el método que utilizó el Matador para buscar el segundo gol, anotado por Leandro Lazzaro sobre la hora. No fue un bochazo típico del equipo que va a la carga desesperadamente, sino una jugada en la que hubo circulación de pelota, que terminó con el centro de Diz y el toque a la red del goleador. Tal vez allí encontremos una de las virtudes de Tigre. Pese a su condición de recién ascendido, en todos los escenarios mostró temple, personalidad, audacia y una serenidad que tal vez baja de su técnico. Por lo tanto, hay que abrirle un crédito a las chances de Tigre, por su juego, porque nadie le reprochará si no consigue el título y porque, en consecuencia, afrontará los dos partidos que le faltan sin presiones adicionales.

Boca, en cambio, sabe que ser subcampeón no le servirá de consuelo. Como alguna vez definió Alfio Basile, es Deportivo Ganar Siempre, entonces únicamente ganar el campeonato lo dejaría satisfecho. La meta quedó borroneada desde el domingo, cuando el conjunto de Miguel Angel Russo paseó por Sarandí una imagen desteñida, especialmente durante el primer tiempo. En ese lapso, Arsenal le hizo precio con el 2-0 parcial. Y aunque después el técnico metió cambios y se produjo una reacción, eso alcanzó sólo para descontar, no para torcer el destino del encuentro. Teniendo en cuenta que estaba a tres puntos de Lanús y que debía recibir al Grana, hasta ese momento Boca dependía de sí mismo. Ahora no. Ahora está obligado a ganar los dos choques que restan y ni siquiera así se sentirá tranquilo.

Faltan dos fechas y Tigre dispone de mejores chances que Boca para ser campeón. Nadie pensaba en esto, pero la realidad del campeonato se dio así, por eso antes de que se vean las caras el más humilde levanta las banderas de la esperanza y el poderoso está contra las cuerdas.