Creció como técnico a la sombra de Carlos Bianchi

Los momentos más gloriosos de Carlos Ischia como entrenador los vivió a la sombra de Carlos Bianchi, junto al que ganó seis campeonatos como ayudante de campo en Boca, equipo al que ahora dirigirá como cabeza de cuerpo técnico, acariciando una oportunidad soñada.

Ischia perdió el pelo a los 51 años, pero no las mañas, esas que ya mostraba en su dorada época de futbolista de larga cabellera ensortijada, luciendo su habilidad en el medio campo de Chacarita Juniors, Vélez Sarsfield y el seleccionado nacional que dirigía César Luis Menotti y en el que actuaba Diego Maradona.

Por eso tuvo el ojo avizor que le permitió cobijarse bajo el ala de Bianchi y atrapar algunas tajadas del prestigio obtenido por el «Virrey« en Boca con la coronación en los torneos Apertura 1998 y 2000, además del Clausura 1999, las Copas Libertadores 2000 y 2001 y la Intercontinental 2000. Claro que previamente también había tenido una cosecha similar realizando las mismas funciones de ayudante de campo de Bianchi en Vélez Sarsfield, donde sumaron tres títulos locales y otros tantos internacionales.

CRUCE CON LOS MELLIS

Pero todos esos éxitos decrecieron ostensiblemente cuando Ischia debió ser cabeza de grupo, inclusive con algunos problemas que vivió con ex futbolistas de Boca como los mellizos Barros Schelotto. Esos caminos, que tuvieron su punto más conflictivo en Gimnasia, donde Ischia hizo su segunda experiencia como solista después de Vélez Sarsfield, volverán a cruzarse ahora.
En aquella oportunidad Ischia llegó a la entidad platense con la consigna de "borrar" a 14 futbolistas del plantel profesional, entre ellos Gustavo Barros Schelotto, quien debió emigrar al Universitario de Perú, desde donde habló pestes de quien lo había tenido a cargo junto a Bianchi en Boca.

Como técnico de Gimnasia Ischia sumó el 43,06 por ciento de los puntos al cabo de 31 partidos, un porcentaje muy inferior al 50.90 que había registrado previamente en los 141 encuentros en que dirigió a Vélez Sarsfield. Pero la peor experiencia tuvo lugar hace un mes, cuando se desvinculó de Rosario Central con apenas un 37,18 por ciento en 29 cotejos. Claro que en el torneo Apertura recientemente finalizado el equipo «canalla« ganó bajo su conducción apenas un partido, aunque éste fue nada menos que el clásico rosarino ante Newell's.

Pero ahora el desafío será mucho más complicado y los números tendrán que ser mucho más altos. Eso es lo que le exigirá Boca a este Ischia que alcanzó por fin el papel tan soñado, dejando atrás el de actor de reparto.