Preocupa em México las protestas por el alza del costo de vida

VIENA.- La secretaria de Relaciones Exteriores de México dijo ayer que una serie de protestas masivas por el aumento del costo de vida en especial de las tortillas, considerado un alimento vital en el país, no significaba una crisis nacional.

En declaraciones que formuló a la prensa en la capital de Austria, Patricia Espinosa expresó no calificaría a las protestas como una crisis nacional. "Es obviamente una situación particularmente importante y problemática que nadie esperaba", admitió, y agregó que las autoridades mexicanas trabajan en el asunto y el presidente Felipe Calderón ya ha tomado algunas decisiones al respecto.

La funcionaria, que habló en alemán, manifestó que la situación se normalizará en las próximas semanas y meses, pero se negó a ofrecer otros detalles.

Desde que asumió en sus funciones el 1ro de diciembre, Calderón ha sido fuertemente criticado por no controlar el mayor incremento de los precios de los artículos de primera necesidad, en especial la tortilla _un alimento básico para los sectores más pobres_ en décadas.

Con los nuevos precios, los trabajadores que ganan el salario mínimo podría gastar una tercera parte de sus ingresos para comprar tortillas. Espinosa, ex embajadora mexicana en Austria, efectuó sus declaraciones en la cancillería de Austria, donde se reunió con su colega Ursula Plassnik.

INMENSAS PROTESTAS

El miércoles, cerca de 75.000 sindicalistas, agricultores y activistas de izquierda marcharon por las calles de Ciudad de México para protestar por el incremento de los alimentos básicos, en la primera movilización que enfrenta el presidente Felipe Calderón.

En una declaración leída al término de la marcha, las organizaciones convocantes llamaron a construir un nuevo "pacto social" que permita garantizar el empleo y la alimentación, al tiempo de demandar al gobierno que haga del campo una prioridad, respalde un aumento salarial de emergencia y renegocie el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá que establece la liberación de productos agrícolas para 2008.

"No se puede continuar sacrificando a generaciones de mexicanos y mexicanas", dijo desde la plancha del Zócalo capitalino la conductora de televisión Verónica Velasco, designada para leer el pronunciamiento. "¡Sin maíz no hay país!", "Por una programa emergente de maíz", se leía en varias de las pancartas que los manifestantes alzaban durante su trayecto hacia el Zócalo.

El aumento en los precios de la tortilla se debe, entre otros factores a la suba en el precio del maíz, uno de sus insumos vitales, que acompañó el aumento de la demanda del cereal en Estados Unidos, donde se lo utiliza para producir etanol.

"¡Viva la tortilla, muera el PAN!", se leía en otras en referencia a las siglas del Partido Acción Nacional, en el que milita Calderón, quien asumió el poder con la promesa de promover la inversión para generar empleos y combatir la pobreza que afecta a casi la mitad de los cerca de 104 millones de mexicanos. Los primeros días de enero, el precio de la tortilla de maíz aumentó de 50 a 90 centavos de dólar por kilo. Al aumento de la tortilla le siguió el del huevo y productores agropecuarios han dicho que en caso de que no se contenga el precio del maíz, se incrementarán los precios de otros productos como la carne. "Se nos dijo que iba a mejorar nuestra situación y yo no lo veo... ahora hay que comprar menos y comer menos", comentó Cristina Tenango, una ama de casa de 66 años del estado de Morelos, al sur de la capital, que aseguró que antes del incremento de la tortilla compraba alrededor de 1,5 kilos diarios y ahora sólo un kilogramo.

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