Cacerolazo en la quinta de Olivos

Unas doscientas personas realizaron esta noche un cacerolazo frente a la puerta de ingreso de la Quinta de Olivos a la espera del arribo de la presidenta de la Nación, Cristina Kirchner, para expresar su repudio por el asalto y asesinato del empresario Ernesto Mata y reclamar "más seguridad".

Los manifestantes son amigos, compañeros y conocidos del empresario y personas que se adhirieron al reclamo porque, según afirmaron, la localidad bonaerense de Martínez es "una zona liberada donde en los últimos tiempos se han multiplicado los robos a mano armada".

La manifestación comenzó por iniciativa de amigos de Mata en la esquina de Alvear y Maipú, a metros del local comercial que pertenecía al empresario, y se trasladó hacia el frente de la casa donde esta noche descansará la presidenta del país.

La columna de manifestantes se acercó a la puerta de ingreso de la quinta con carteles y pancartas en las que se podía leer "Sofía y Nico, estamos con ustedes", en claro apoyo al pedido de justicia realizado por los hijos del empresario asesinado hace horas.

Momentos de tensión se vivieron cuando los amigos de Sofía, hija del empresario asesinado, se enfrentaron en una fuerte discusión con un efectivo policial que impidió que los manifestantes colgaran carteles en los muros laterales de la quinta.

"A usted no le importa lo que pasa en la Argentina?. Déjennos colgar los carteles. Tratamos que la presidenta se entere de lo que ocurre en las calles del país que gobierna", le dijeron los jóvenes de entre 16 y 17 años al policía.

Asimismo, la situación se puso más tensa cuando el efectivo respondió que no podía permitir que colgaran las pancartas porque estaba cumpliendo con su trabajo y los jóvenes le gritaron que era "cómplice de los ladrones".   

"¿Qué pasa si matan a uno de tu familia? ¿No te importa? Vos tenés un trabajo que hacer pero ese trabajo te lo da el país", dijo uno de los jóvenes al policía con el que discutió.

Finalmente, los adolescentes se salieron con la suya y lograron colgar un cartel con reclamos en la garita donde se resguarda el personal de seguridad que custodia el ingreso y egreso de personas de la quinta.

"Seguridad, seguridad", gritaban esta noche los vecinos de la localidad mientras otros afirmaban a la prensa que "la inseguridad aumentó sobremanera en la zona porque se incrementó la actividad comercial".

"Aumentaron los asaltos a mano armada y los robos con mucha violencia. Todos estamos con mucho miedo", dijo un manifestante a Noticias Argentinas.

Un hombre, que empujaba un chinguato en el que trasladaba a su pequeño bebé, llevaba una bandera sobre sus hombros en la que rezaba la frase: "Por siempre Ernesto Mata".

Si bien los manifestantes aseguraron que se quedarían hasta que la presidenta Kirchner llegue a la quinta y "observe los reclamos", la columna de personas comenzó a desconcentrarse cerca de las 21:30 y sólo quedaron en la puerta de la quinta los amigos y familiares del empresario asesinado.