Cambaceres fue una sombra y Urquiza no lo perdonó
Fracasó en todas sus líneas y encima, chocó con un Salvatierra letalPor LEANDRO DUBA
| 24 de Agosto de 2008 | 00:00
Cambaceres, lejos de alcanzar una producción superlativa, similar a la que tuvo hace una semana cuando derrotó a Defensores Unidos, sufrió un durísimo cachetazo, de esos que duelen en serio, al caer en Ensenada 3-0 ante Justo José de Urquiza, un equipo de experiencia, de oficio, que supo imponerse con claridad, y que además, tuvo un valor agregado: el poder de fuego de su máxima figura, Damián Salvatierra, autor de los tres goles.
La derrota pegó muy fuerte en los jugadores, a tal punto que Eduardo Borgarelli tendrá que trabajar duro durante la semana para levantar el estado anímico del grupo, visiblemente deteriorado, y además, buscar alternativas de juego para olvidar rápidamente la pobre producción futbolística realizada ayer, en donde todo le salió mal.
Camba, sin ser un equipo vistoso y elegante, trabajó el partido con practicidad e inteligencia, sobre todo hasta los 40 minutos, cuando se quedó con uno menos por la expulsión de Lucas Carneiro.
La salida repentina del volante, condicionó el accionar del equipo, situación que no consiguió revertir en ningún momento, a pesar de sus tibios intentos. Inmediatamente después de ese incidente, Urquiza, que no había hecho demasiado hasta ese momento, establece la apertura del marcador a través de Damián Salvatierra, aprovechando un quedo defensivo del Rojo.
En el complemento, Camba, herido en su amor propio, buscó inclinar la balanza hacia su favor, pero equivocó el camino una y otra vez. No anduvieron acertados los encargados de armar juego (Di Biasi y Manes), ni tampoco los dos de punta (Jaime y Massolo), quienes fueron absorbidos por la marca de Kaezuk y Baigorria, dos verdaderos pilares.
Y esto, lógicamente, permitió que la visita empezara a desparramar su experiencia y oficio. Damián Salvatierra, a los 14, ponía a Urquiza dos goles arriba, después de una contra letal y una falla garrafal entre Lacerre y Cristian González, y en tiempo de descuento, nuevamente Salvatierra terminaba por sepultar las ilusiones de Cambaceres.
La derrota pegó muy fuerte en los jugadores, a tal punto que Eduardo Borgarelli tendrá que trabajar duro durante la semana para levantar el estado anímico del grupo, visiblemente deteriorado, y además, buscar alternativas de juego para olvidar rápidamente la pobre producción futbolística realizada ayer, en donde todo le salió mal.
Camba, sin ser un equipo vistoso y elegante, trabajó el partido con practicidad e inteligencia, sobre todo hasta los 40 minutos, cuando se quedó con uno menos por la expulsión de Lucas Carneiro.
La salida repentina del volante, condicionó el accionar del equipo, situación que no consiguió revertir en ningún momento, a pesar de sus tibios intentos. Inmediatamente después de ese incidente, Urquiza, que no había hecho demasiado hasta ese momento, establece la apertura del marcador a través de Damián Salvatierra, aprovechando un quedo defensivo del Rojo.
En el complemento, Camba, herido en su amor propio, buscó inclinar la balanza hacia su favor, pero equivocó el camino una y otra vez. No anduvieron acertados los encargados de armar juego (Di Biasi y Manes), ni tampoco los dos de punta (Jaime y Massolo), quienes fueron absorbidos por la marca de Kaezuk y Baigorria, dos verdaderos pilares.
Y esto, lógicamente, permitió que la visita empezara a desparramar su experiencia y oficio. Damián Salvatierra, a los 14, ponía a Urquiza dos goles arriba, después de una contra letal y una falla garrafal entre Lacerre y Cristian González, y en tiempo de descuento, nuevamente Salvatierra terminaba por sepultar las ilusiones de Cambaceres.
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