Inseguridad: marchas y reclamos

Vecinos de Berisso y familiares de policías, en Olmos, exigieron medidas para frenar la ola delictiva

Numerosos vecinos, comerciantes, policías retirados y en franco de servicio, participaron ayer, en Berisso y en Olmos, de sendas manifestaciones en reclamo de seguridad y por la urgente provisión de chalecos anti-bala, armas, equipos de comunicaciones y otros elementos para la Policía de la Región.

En Berisso, la marcha convocada por la Cámara de Comercio e Industria de esa vecina comuna se vió alterada por incidentes provocados por un grupo político de izquierda que interrumpió con gritos, abucheos y algunos forcejeos expresiones del jefe comunal, Enrique Slezack, en favor de bajar la edad de imputabilidad a los menores que delinquen y de utilizar instalaciones militares como institutos para la rehabilitación de esos jóvenes.

Ante los reproches de corte político que le lanzaron a Slezack, integrantes del grupo de izquierda "Partido de la Buena Gente", la mayoría de los vecinos optó por retirarse del lugar.

En diálogo con este diario, el titular de la Cámara de Comercio e Industria de Berisso, Roberto Batelli, justificó esa decisión señalando que "nosotros convocamos a una marcha en defensa de la vida y no a una marcha política; no vinimos a hablar de política, sino de seguridad".

La nutrida marcha berissense tenía por objeto entregar al intendente Slezack un petitorio de cuatro puntos vinculados a la implementación de medidas efectivas contra la inseguridad que sufre ese vecino distrito.

En Berisso, la inmediata liberación de los hermanos mellizos, menores de edad, presuntamente involucrados en varios hechos de robo y un homicidio, disparó la semana pasa un enérgico reclamo ciudadano que ya venía madurando a partir de otros hechos delictivos en la zona.

FAMILIARES DE POLICIAS

En tanto, vecinos de Olmos, entre los que hubo amigos y familiares de víctimas de la inseguridad -como el comerciante "Pincho" Suárez asesinado durante un asalto a su corralón-, junto a policías que dijeron estar franco de servicio, cortaron ayer ambas manos de la avenida 44, a la altura de 197, para reclamar por seguridad y elementos para la Policía de la zona.

Conmovidos por la muerte del policía Miguel Martínez, fusilado por malvivientes, que lo sorprendieron cuando acudía en un patrullero, sin acompañante, al pedido de auxilio de una familia que estaba siendo asaltada, los manifestantes se hicieron oír con aplausos, bocinazos y algunos golpes de cacerolas.

Algunos manifestantes enarbolaron pancartas que rezaban: "Señor Gobernador: por $ 6,80 la hora nuestros policías dan la vida" y otras que señalaban "basta de mentirnos. Más seguridad y perpetua para los asesinos".

Automóviles, camiones y colectivos, debieron desviar su camino, más allá de que los conductores hicieron sonar bocinas en señal de apoyo a los manifestantes.

Entre otros testimonios, el comerciante Hugo Mollo dijo que "le pedimos al gobernador y a la presidente que se ocupen menos de las elecciones y más de nosotros, porque la delincuencia nos está matando".

Otro manifestante que dijo ser pariente de un policía en actividad aseguró que "le dieron un lindo patrullero con un lindo equipo de comunicación, pero que cada 40 minutos tiene que volver a la seccional a cargar las baterías, porque están vencidas".

María Cristina Plaza, en tanto, que se identificó como policía retirada por incapacidad, a raíz de las lesiones que sufrió durante un asalto, aseguró que "nos mandan a la calle sin nada, nos obligan a ir a la muerte, no les importa nada".


Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE