"Netiqueta": las normas de cortesía vigentes en Internet

El mundo virtual y los nuevos modelos de comunicación poseen sus propias reglas de buen comportamiento

A la par de los nuevos modelos de comunicación que impuso internet fueron surgiendo también normas para utilizarlos. Se las conoce como "netiqueta" y son un conjunto de reglas de buen comportamiento para relacionarse en el mundo virtual con los demás usuarios. Lo mismo que los buenos modales en el trato cotidiano, no conocerlas -sostienen los internautas más conservadores- no exime de responsabilidades.
Algunas normas de netiqueta tienen que ver con la privacidad. Otras buscan evitar además malos entendidos entre el emisor y el destinatario de un mensaje


Es que más de allá de cuestiones básicas de cortesía, las normas de convivencia en la web tienen por finalidad evitar los conflictos y malos entendidos que suelen darse por la falta de conocimiento del propio medio. De ahí que muchas de sus reglas se concentren en el uso del correo electrónico o los foros, un terreno donde esos problemas suelen darse con mayor frecuencia.

Reunidas durante años por los propios usuarios y administradores de sistemas en base a su experiencia, las normas de netiqueta no poseen un canon de referencia único y en algunos casos hasta pueden parecer caprichosas. Aún así existe cierto acuerdo implícito entre los viejos usuarios de la Red acerca de qué cosas deben y no deben hacerse al establecer contacto electrónico con otro.

"Pasa lo mismo que cuando uno está en un país ajeno. Puede ocurrir que la forma que uno tiene de hablar o manejarse en el suyo resulte ofensiva en otro. Esto es algo que hay que tener especialmente en cuenta en internet, que para muchos es un territorio nuevo y donde además resulta habitual relacionarse con gente de todos lados", señala Diego Curcio, un consultor en nuevas tecnologías de la comunicación.

"Sin embargo -dice Curcio- no hace falta volverse rígidos. Conviene conocer las normas de convivencia en la Red, pero no hace falta usarlas siempre: sólo cuando no tenemos confianza o no compartimos los mismos códigos de comunicación con el que está del otro lado".

RESPECTO A LA PRIVACIDAD

Si bien existe una larga lista de normas de etiqueta en internet, no todas poseen la misma relevancia. Mientras que algunas pueden ser pasadas por alto sin mayores consecuencias, no aplicar otras puede ser causa de conflictos serios. Entre éstas últimas, algunas de las más importantes apuntan a cuestiones vinculadas con la privacidad.

"Nunca incluir en un e-mail información privada que pueda afectar a otra persona", dice uno de los principales reglas de la netiqueta. Aunque tal vez parezca un poco exagerada, esta norma se basa un precepto cierto: el correo electrónico no es del todo seguro y esa información podría filtrarse.

Para preservar también la privacidad de los demás, otra de las normas elementales de netiqueta indica "no enviar correos masivos sin incluir la dirección de los destinatarios en el campo de Copia Oculta (COC). Es que si bien algunos de ellos tal vez no tengan problema en compartir sus direcciones con desconocidos, hay personas a las que eso podría molestarle mucho.

Por la misma razón, tampoco está bien visto enviar cadenas de mails cuando el motivo no lo justifica: no sólo consumen ancho de banda que podría ser mejor utilizado, sino que las direcciones incluidas en ellas pueden ser capturadas por alguien para enviar publicidad o correos no deseados, saturando así las casillas.

Pero no todas la normas de netiqueta tienen que ver sin embargo con la privacidad. Muchas de ellas buscan evitar además malos entendidos entre el emisor y el destinatario de un mensaje.

EVITAR MALOS ENTENDIDOS

Existen numerosos estudios que sostienen que el correo electrónico es un medio "emocionalmente frágil", porque a través de él tienden a entenderse los mensajes positivos como neutrales y los mensajes neutrales como negativos; lo cual puede convertir una ironía amistosa en un insulto. De ahí que recomiendan ser cuidadoso al utilizarlo para tratar cuestiones sensibles.

Sucede que además "muchas personas que usan el correo electrónico no tienen en cuenta que la palabra escrita es más ambigua que la voz. Y que en ella el margen de interpretación es mucho más amplio porque no va acompañada de cierta entonación o gestos que refuercen su significado", dice Marcelo Silva, un licenciado en Comunicación.

Es en base a este tipo de consideraciones que la netiqueta recomiende "no abusar del uso de mayúsculas o signos de admiración", ya que si el contexto es ambiguo podría ser interpretado como enojo; "eludir las expresiones regionales o palabras del argot", porque podrían ser malentendidas; y "releer el mensaje antes de enviarlo" cuando sea necesario comunicar algún asunto delicado.

UNA DESCONSIDERADA INMEDIATEZ

"La propia inmediatez del medio lleva a que muchas veces se descuide lo que se quiere trasmitir. Uno no puede escribir de la misma forma en que habla sin correr el riesgo de dejar afuera información valiosa para el otro. Y con el correo electrónico suele pasar eso", entiende Silva.

"Esa inmediatez suele traducirse también en una falta de cortesía hacia el otro que, en algunos contextos, puede ser tomada como una irrespetuosidad", señala el especialista en coincidencia con otra de las normas de netiqueta: "Saludar, despedirse e incluir una firma final con datos de referencia".

Fuera del terreno de la comunicación escrita, la netiqueta marca también "no adjuntar archivos extremadamente pesados", ya que no todo el mundo dispone de banda ancha para bajarlos; ni tampoco "reclamar una confirmación automática de mensaje recibido", porque puede ser interpretado como un cuestionamiento a la responsabilidad del receptor.

La netiqueta, en cualquier caso, no deja estar basada en gran medida en el sentido común y, como todas las reglas de convivencia, en respetar también la sensibilidad de los otros.

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