"Reproductor" de Sai Baba
| 7 de Mayo de 2009 | 00:00

Ricardo Ocampo tiene 34 años, y en varias zonas del interior del país lo conocen como el "Maestro Amor". Proveniente de La Rioja, llegó a Catamarca en el año 2000, y logró conseguir varios predios donde comenzó su proyecto Meditazen. Cuando parecía erigirse como el "Sai Baba" argentino, uno de sus seguidores lo denunció por un total de cinco abusos sexuales. Aunque actualmente tiene 21 años, al momento de los hechos la presunta víctima era menor de edad.
Una investigación del diario El Ancasti sostuvo que "consiguió, de manera poco clara, terrenos que pertenecen al Estado provincial y que están destinados únicamente a la producción en Colonia del Valle. Desde ese momento, sus propiedades se fueron incrementando a través de donaciones de seguidores o de compras propias. Mantiene residencias similares en provincias como Córdoba".
Como "Maestro Amor" es considerado por una importante cantidad de seguidores de distintos lugares del país y del mundo un "líder espiritual" que presta enseñanzas sobre Inteligencia Emocional y Tai Chi. Posee también una editorial (El Mensaje), una constructora (Construczen), una rotisería ("La cocina de la abuela"), y un centro de salud en avenida Galíndez (Plena Motivación).
El periodista Alfredo Silleta, citado por El Ancasti, explica en su libro "Shopping Espiritual" que Ocampo es sólo un reproductor de los trucos del cuestionado Sai Baba, resaltando, de este modo, la poca originalidad del "Maestro". "Desde la aparición de la ceniza sagrada hasta las piedras redondas que vomita de su interior", describe Silleta.
En la página 68 de su libro sobre sectas, el autor refleja la historia del "gurú", que nada tendría de milagroso y habría comenzado en su provincia "tirando las cartas" hasta que llegó a Buenos Aires y conoció a un grupo de adeptos de Sai, aprendió sus trucos, se puso una túnica y sobresalió de entre todos gracias a la ayuda del psicólogo Daniel Coifman y la empresaria de moda Mónica Socolovsky. En cuanto a sus virtudes orientales, y según el testimonio de ex seguidores de Ocampo, el Tai Chi de Ocampo fue aprendido por él de videos y programas televisivos.
Aunque su centro espiritual (Meditazen) ubicado en Colonia del Valle se publicite para todos los interesados en recibir las enseñanzas de Ocampo, lo cierto es que los seguidores del "gurú" desentonan con la pobreza catamarqueña y llegan en sus camionetas 4x4 o automóviles últimos modelos. El mismo posee un vehículo de estas características, aunque predique el desapego a lo material.
Una investigación del diario El Ancasti sostuvo que "consiguió, de manera poco clara, terrenos que pertenecen al Estado provincial y que están destinados únicamente a la producción en Colonia del Valle. Desde ese momento, sus propiedades se fueron incrementando a través de donaciones de seguidores o de compras propias. Mantiene residencias similares en provincias como Córdoba".
Como "Maestro Amor" es considerado por una importante cantidad de seguidores de distintos lugares del país y del mundo un "líder espiritual" que presta enseñanzas sobre Inteligencia Emocional y Tai Chi. Posee también una editorial (El Mensaje), una constructora (Construczen), una rotisería ("La cocina de la abuela"), y un centro de salud en avenida Galíndez (Plena Motivación).
El periodista Alfredo Silleta, citado por El Ancasti, explica en su libro "Shopping Espiritual" que Ocampo es sólo un reproductor de los trucos del cuestionado Sai Baba, resaltando, de este modo, la poca originalidad del "Maestro". "Desde la aparición de la ceniza sagrada hasta las piedras redondas que vomita de su interior", describe Silleta.
En la página 68 de su libro sobre sectas, el autor refleja la historia del "gurú", que nada tendría de milagroso y habría comenzado en su provincia "tirando las cartas" hasta que llegó a Buenos Aires y conoció a un grupo de adeptos de Sai, aprendió sus trucos, se puso una túnica y sobresalió de entre todos gracias a la ayuda del psicólogo Daniel Coifman y la empresaria de moda Mónica Socolovsky. En cuanto a sus virtudes orientales, y según el testimonio de ex seguidores de Ocampo, el Tai Chi de Ocampo fue aprendido por él de videos y programas televisivos.
Aunque su centro espiritual (Meditazen) ubicado en Colonia del Valle se publicite para todos los interesados en recibir las enseñanzas de Ocampo, lo cierto es que los seguidores del "gurú" desentonan con la pobreza catamarqueña y llegan en sus camionetas 4x4 o automóviles últimos modelos. El mismo posee un vehículo de estas características, aunque predique el desapego a lo material.
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