Adolfo Bollini

Su fallecimiento

En la madrugada del miércoles pasado, a los 81 años, falleció Adolfo Marcos Bollini. Con su muerte, la Ciudad despide a uno de los miembros más destacados de una tradicional familia, cuya rica personalidad e inquebrantables convicciones éticas -que supo trasladar a la docencia con singular humanidad- le valieron el respeto y el aprecio de quienes lo conocieron en ámbitos académicos, sociales y profesionales.

Hijo de Adolfo Marcos Bollini -odontólogo y político de fecunda militancia en las filas de la Unión Cívica Radical- y Leonor Sarlo Villegas -una de las primeras mujeres doctoradas en la Facultad de Química y Farmacia local-; hermano de Jorge Eduardo -quien con los años seguiría la profesión paterna-, Adolfo Marcos nació en junio de 1928.

Cursó los estudios secundarios en el Colegio San José, y se graduó como doctor en Química en la UNLP con sólo 22 años y un brillante promedio, poco después de ingresar ese mismo año -por concurso de oposición- con la categoría de "ayudante alumno" en la cátedra de Química Analítica.

A partir de esa designación recorrió todos los peldaños del escalafón docente, tanto en esa unidad académica como en la sede regional de la Universidad Tecnológica Nacional. Llegó a ejercer los cargos de rector y vicerrector en la UTN, y fue también decano de la UTN local, pero nunca descuidó su vocación: enseñar. En Ciencias Exactas, fue profesor titular de Química Analítica Especial II y III; en la Tecnológica, de Química Orgánica e Inorgánica; en el Colegio Nacional, de Física y Química.

Cuando la función pública lo requirió, no dudó en asumir las responsabilidades para intentar mejorar las cosas: fue subdirector de Química y secretario de Bromatología e Investigaciones Químicas en el MOSP provincial; asesor técnico de la dirección de Laboratorios Químicos; interventor de la dirección de Contralor Sanitario, dependiente de la cartera de Bienestar Social bonaerense; y condujo el Instituto Biológico y los Laboratorios de Salud Pública de la Provincia.

En 1955 se casó con Meneca Cieri Roqués. La pareja cimentó su vida en común a partir de una fuerte espiritualidad que supo transmitir a su hijo Adolfo Marcos -hoy abogado-. De amplísimo bagaje cultural, comprometido con la lucha por la democracia y la militancia política en la misma línea que sus antepasados, fue un lector infatigable y un verdadero faro para quienes, sin mediar distinciones generacionales, acudieron a él ávidos de compartir los conocimientos que entregaba de manera desinteresada, con humildad y generosidad.

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