Murió "Pepita la pistolera"

La marplatense Margarita Di Tullio, famosa por regentear locales nocturnos, y por su vinculación con la investigación inicial con el caso Cabezas, fue víctima de un derrame cerebral


Margarita Di Tullio alias "Pepita la pistolera", famosa por regentear locales nocturnos de dudosa categoría en la noche marplatense y por su vinculación con la investigación inicial del caso Cabezas, murió hoy a los 61 años, víctima de un derrame cerebral.

La mujer, quien incluso llegó a estar detenida en el marco de la causa por el crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, ocurrido en enero de 1997, murió en una clínica privada marplatense, donde estaba internada desde hacía tiempo.

Di Tullio cobró fama por regentear prostíbulos y locales nocturnos en Mar del Plata, pero ya se había retirado de la actividad y vivía desde hacía varios meses en la provincia de San Juan.

Sin embargo, en uno de los viajes que hizo a Mar del Plata para visitar a sus hijos y nietos, Di Tullio sufrió un derrame cerebral que obligó a internarla.

Luego de varias semanas de internación, "Pepita La Pistolera" finalmente falleció hoy y sus restos son velados en una casa fúnebre ubicada en pleno centro del puerto marplatense, en la calle Magallanes, entre Edison y Acha.

DE BANDAS Y PROSTIBULOS

Di Tullio tuvo una vida signada por la violencia y la noche, ya que en la década del '80 integraba una banda dedicaba a realizar robos a casas y comercios.

Posteriormente, Di Tullio puso dos prostíbulos con tres socios en la zona del puerto de Mar del Plata.

El apodo de "Pepita La Pistolera" lo recibió una noche cuando fue sorprendida en su casa por sus tres socios y, no dudó en tomar un arma y dispararles a sangre fría.

Pero sin dudas, su triste popularidad la ganó al quedar involucrada en la investigación por el crimen de José Luis Cabezas, ocurrido en Pinamar el 25 de enero de 1997.

Di Tullio fue sindicada por la policía como la cabecilla de la "Banda de los Pepitos", que supuestamente habían secuestrado al reportero gráfico, lo mataron y quemaron su cuerpo dentro del automóvil en una cava de General Madariaga.

Sin embargo, luego se comprobó que ni Di Tullio ni nadie de su entorno tuvo participación alguna en el aberrante homicidio que conmocionó a la opinión pública, por el personaje y las características de lo sucedido.



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