Un entredicho por un loro desató una batalla campal

Fue en la rambla de 72 y 116, donde hubo pedradas y tiros. Además un herido al ser atacado por un rottweiler

Fue una tarde de furia, violencia y descontrol la que se vivió el sábado en la rambla de calle 72 entre 116 y 117. Según afirman algunos testigos, todo habría empezado con un altercado por un loro. Y siguió con vecinos enfurecidos, un rottweiler que atacó a varias personas, piedrazos y hasta disparos de arma de fuego.

Como resultado de los incidentes, al menos un hombre de 33 años sufrió una mordedura en la mano y lesiones en su cuero cabelludo luego de que le partieran una silla en la cabeza, según una denuncia radicada en la comisaría novena de La Plata.

SALVAJE EPISODIO

De acuerdo a lo que denunció en comunicación con este medio María Fernanda Tovar, vecina del barrio, todo sucedió alrededor de las 17, cuando su esposo, su hijo de 6 años y otros familiares, se encontraban junto a una decena de jóvenes jugando al fútbol en la rambla.

"De pronto, los niños vieron un loro arriba de un árbol e intentaron bajarlo. Pero como el animal se fue volando hacia otro árbol más alto siguieron jugando al fútbol. De repente apareció en el medio de la cancha un hombre que vive enfrente, con un perro rottweiler, atado con una soga, y le daba la orden para que atacara a cualquiera", explicó la mujer.

Según lo que denunció Tovar, su esposo, de 33 años y su cuñado, para evitar que el perro lastime a alguno de los niños, se interpusieron. "El perro mordió a mi marido en la mano derecha, ocasionándole un corte profundo. Y le seguía dando la orden al rottweiler para que ataque a la gente", agregó la vecina.

Aparentemente, el dueño del animal estaba molesto porque creía que querían sacarle el loro, y se habría mostrado molesto por la presencia de chicos jugando en ese espacio público.

"Los chicos del grupo, que temían por el perro, al ver lastimado a mi esposo y para evitar que lastime a alguien más y al no saber qué hacer, comenzaron a arrojar piedras para que este hombre con su perro se vayan", dijo la mujer.

DISPAROS AL AIRE

Lejos de aplacarse, la situación se volvió cada vez más tensa y violenta. Tovar siguió su relato asegurando que "aparecieron tres vecinos, conocidos del dueño del perro, con una escopeta, una pistola y una carabina, arrojando tiros hacia cualquier lado, sin importar los niños presentes".

En medio del caos, y siempre de acuerdo a lo denunciado, esos vecinos habrían usado palos para intimidar a los adolescentes y uno de ellos "le partió una silla en la cabeza a mi esposo", remarcó la mujer.

Según los testigos, todo concluyó con más violencia. Otro grupo de jóvenes, que se encontraba jugando al fútbol, repelió arrojando piedras contra los vecinos que estaban armados, para que se vayan del lugar.

AL HOSPITAL

"Mi esposo tuvo que ser llevado urgentemente al hospital, donde le tuvieron que suturar la cabeza y la mano derecha por lo que le ocasionó el perro", agregó la mujer.

Para concluir, Tovar se lamentó de "la impunidad con la que se manejó ese hombre. Amenazaba a los chicos. Y además, tener ese rottweiler, para una persona que no es consciente de lo que puede llegar a hacer, es lo mismo que darle un arma de fuego".

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