Fuga a los tiros tras asaltar casa de familia y lo detienen

El ladrón sorprendió a la empleada doméstica en la puerta de la casa de 54, 29 y 30




Fueron cerca de 15 minutos, pero para el matrimonio que vive en una vivienda de las inmediaciones del Parque San Martín y para su empleada doméstica resultaron interminables. En ese interín, un delincuente de 28 años que ingresó al lugar por la mañana tras reducir a esta última a mano armada y bajo amenazas, luego la obligó a ir junto a los dueños de casa a una habitación, donde ató con corbatas al anfitrión y a la mucama. Y después de revolver todo, se aprestaba a darse a la fuga con 4.000 pesos, 583 dólares y un reloj pulsera.

El plan iba saliéndole perfecto. Sin embargo, hubo un detalle del que no se había percatado: cuando realizaba la "entradera" a ese inmueble junto a la empleada, a las 8.40, a la casa de calle 54 entre 29 y 30, la situación fue advertida por alguien del barrio que no tardó en avisar la novedad al 911.

Breves minutos después, personal de la comisaría cuarta llegó a esa cuadra y uno de los policías tocó el timbre de la vivienda, en pleno asalto con los rehenes en su interior. El delincuente consultó entonces a la pareja damnificada -conformada por Rubén Barcia (59) y Noemí Gómez (62), abogada- si sabía quién podía ser la visita. Pero como le aseguraron desconocerlo, decidió él mismo ir a atender a la puerta, suponiendo que sería una persona a la cual también reduciría y la sumaría al resto de sus víctimas.

ERA UN POLICIA

Pero para su sorpresa, quien tocó el timbre era uno de los policías de esa seccional que formaba parte del operativo montado para atraparlo. Entonces, sin tiempo para dudarlo, resolvió escapar a la carrera. El mismo uniformado salió tras sus pasos, hubo un intercambio de disparos -uno de los cuales le causó al ladrón una herida superficial en un brazo- y al cabo de unas cuadras observó cuando el delincuente se subió al techo de una casa.

Cuando el policía hizo lo propio y le ordenó que se bajara y entregara, el delincuente reaccionó arrojándole una maceta. Después forcejearon, el ladrón quiso arrebatarle el arma reglamentaria al policía, que lo evitó tirándola a unos metros y finalmente el ladrón terminó arrestado en calle 55 entre 25 y 26 por el teniente Arcángeles Meriles cuando llegaron allí más efectivos en apoyo.

EL TIMBRE DE DIOS

En el mediodía de ayer, el matrimonio que vivió ese tenso y angustiante momento en su propio domicilio fue a la comisaría cuarta a radicar la denuncia. Antes de retirarse este diario dialogó con Barcia, jubilado, quien sobre el episodio en cuestión hizo saber a EL DIA que "la empleada doméstica estaba limpiando en el frente de la casa y de repente fue sorprendida por el ladrón, que con un revólver calibre 32 en la mano la forzó a que ingresaran juntos a mi vivienda".

"Una vez adentro, nos redujo y ató a la empleada y a mí en la habitación, mientras que a mi mujer le hizo entregar la plata y un reloj pulsera. Si bien no nos golpeó, en forma verbal violenta nos exigió saber dónde teníamos nuestros ahorros y otros valores. Revolvió todo, dejó un gran desorden y constantemente reclamaba más dinero", acotó.

En eso estaban cuando imprevistamente oyeron el timbre de la casa. Y recordó que en ese instante, "se puso más nervioso y enseguida nos preguntó si sabíamos quién podía ser. Y le dijimos que no, así que fue a atender él mismo y se topó con el policía. Es como si al timbre lo hubiera tocado Dios, porque entonces se fue con lo que nos había robado. Pero lo corrieron unas cuantas cuadras y lo atraparon".

Cabe señalar que se iniciaron actuaciones por "robo calificado, resistencia a la autoridad y tenencia de arma de uso civil", con intervención de la UFI Nº 11, a cargo de la Dra. Graciela Rivero, y del Juzgado de Garantías Nº 6, correspondiente al Dr. Fernando Mateos.

Audio: testimonio de Rúben, dueño de la casa asaltada

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