Delirio en el Estadio Unico con el megashow de Britney Spears

Con un enorme despliegue escénico y casi una veintena de bailarines a su alrededor, Britney Spears desplegó toda su sensualidad en el Estadio Unico ante más de 30 mil personas, en el marco de su "Femme Fatale Tour", con el que pisó por primera vez suelo argentino.

Después de una amena espera, en la que los teloneros fueron los aplaudidos "Teen Angels" y el ex Back Street Boys, Howie D, la Princesa del Pop subió al escenario a la hora pautada, para dar comienzo al recital con el que dejaría presentado oficialmente su séptimo disco, "Femme Fatale", su nuevo éxito de ventas y con el que recorrió gran parte de Europa y Estados Unidos.

Láser de colores, columnas de humo, chispas, fuegos artificiales, continuo movimiento de luces, permanentes cambios de vestuario y la vertiginosa entrada y salida de decorados llenaron un escenario en el que Britney no dejó ni un segundo de bailar.

El espectáculo, que abrió con "Hold It Against Me", presentó una estética muy cercana al videoclip, con una proyección en una gran pantalla situada a espaldas de la artista de imágenes en movimiento. De hecho, incluso las voces que acompañaban a la artista norteamericana en distintos temas no procedían del escenario, donde nadie la acompañó físicamente -amén de los bailarines-, sino de quienes aparecían en la pantalla, presentes solo de forma virtual: Will.i.amlo hizo en "Big Fat Bass" y Nicki Minaj, en "Till the world ends".

Con sus éxitos más movidos, como "Up N' Down", "3", "Toxic", o "Oops!... I did it again", los miles de fanáticos no dejaron de cantar y bailar.

SIEMPRE SEDUCTORA

La cantante, de casi 30 años, presentó una imagen sexy, con más curvas que antaño, que explota de sobremanera en el escenario. Ligera de ropa, abrochándose y desabrochándose una gabardina o contoneándose con algún bailarín, continuó exhibiendo un estilo provocador y seductor.

Imagen que evocó también tocando alguno de sus éxitos pasados, como el "Baby one more time" con el que triunfó hace más de una década, cuando mantenía una relación con Justin Timberlake y proclamaba a los cuatro vientos su virginidad durante los actos promocionales.

Estructurada en bloques de entre tres y cuatro canciones, el espectáculo ofrecido en La Plata permitió ver bailar a Britney igual encima de una Harley Davidson que de un Mini descapotable, en un barco egipcio, tras los barrotes de una jaula o incluso caracterizada como Marilyn Monroe, con la falda levantada por el viento.

ALFONSO, EL AFORTUNADO

Uno de los momentos más destacados del concierto -y repetido durante toda la gira- llegó cuando se pidió un voluntario entre el público, lo que terminó con el joven "agraciado", llamado Alfonso, esposado en una especie de barra vertical y ante el que se contonearon tanto Britney como otros bailarines.

Cuando se acercaba la hora del final, Britney llevó al delirio a sus seguidores con "S & M", la canción que compartió con Rihanna, seguida de "'Till The World Ends", un éxito en las discotecas de todo el mundo.

Gracias a este y otros temas, la artista norteamericana sigue colocando sus discos en la lista de los más vendidos y parece haber renacido profesionalmente después de su particular "descenso a los infiernos", ocurrido entre 2006 y 2008 al separarse de su ex marido.

Después de su celebrada presentación en la Ciudad, la Princesa del Pop desplegará toda su realeza en Chile, Perú, Colombia, Venezuela, México y República Dominicana para terminar su exitoso tour en Puerto Rico.