Rodolfo Alfredo Novello

El fallecimiento de Rodolfo Alfredo Novello, ocurrido a sus 86 años, causó una profunda tristeza no sólo entre sus familiares, sino también entre quienes lo conocieron y apreciaron por valores entre los que se destacaron su honradez y solidaridad.

Había nacido el 25 de septiembre de 1925 en La Plata; sus padres fueron Saaveria y Rafael y creció junto a sus hermanos Rafael, Saaveria y Leonor. Cursó la secundaria en el Colegio Nacional "Rafael Hernández" y luego estudió algunos años en la facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de La Plata.

Aunque no terminó la carrera de abogacía, continuó hasta pocos días antes de su muerte ligado al Derecho desde su librería de textos jurídicos; el primer local que tuvo se encontraba en la zona de 5 y 40, pero en la década de los ´70 lo trasladó a 55 y 3.

Rodolfo Novello ejerció su trabajo con responsabilidad y pasión, por eso empleaba gran parte de su tiempo libre en leer los libros que vendía para luego asesorar a los estudiantes y profesionales que le pedían consejos. En ese contexto también tuvo la satisfacción de guiar a una de sus hijas y a una nieta que siguieron abogacía. La actividad le permitió además vincularse en distintos ámbitos como en Tribunales y ser un referente permanente de consultas.

Para él la librería no fue un negocio más y no fue extraño que prestara libros o compartiera extensas conversaciones por el sólo placer de orientar a quienes requerían su palabra.

Se casó con Lydia Sagula y de la unión nacieron sus tres hijos, Gabriela Alejandra, Claudia Alejandra y Rodolfo Héctor, que a su vez lo convirtieron en abuelo de seis nietos de los que disfrutaba todo el tiempo que podía.

Según detalló su familia, fue un hombre muy activo, independiente y de una gran lucidez. Se caracterizó por su permanente alegría y su capacidad de organización, además fue un compañero inclaudicable.

En el 2003, con el fallecimiento de su esposa perdió a su gran compañera, con la que había decidió volver a casarse al cumplir los 25 años de matrimonio. La familia fue su sostén principal, por eso fue una figura siempre presente y veía a sus hijos y nietos con periodicidad.

En el plano deportivo fue un fervoroso simpatizante de Gimnasia, club en el que alcanzó el rango de socio vitalicio; en su juventud también había jugado al básquet.

En los últimos años disfrutaba de los encuentros con sus ex compañeros del Colegio Nacional y de las reuniones con amigos en las que pasaba muchas horas dialogando de temas vinculados a la actualidad.