Un joven muy querido

A través de las redes sociales, los familiares, amigos y ex compañeros de Pedro lo evocaron con distintas anécdotas que pusieron de relieve su carácter alegre, su gran sentido del humor y su bondad.

Pedro nació en City Bell, estudió en el Colegio Estrada de esa localidad y completó el secundario en el San Francisco de Villa Elisa. Fue uno de los más queridos entre sus compañeros porque solía mediar hasta en los más insignificantes conflictos; en ese contexto, uno recordó: “en una reunión, unos pocos días antes del 2 de abril, él me salvó de que me corten el pelo por haberme sacado número bajo”.

Fue barman y tenía el sueño de empezar abogacía. Cuando se desató la guerra, estaba en condiciones de salir de baja, pero fue reincorporado para viajar a las islas. Con su frase “uy bolú” y sus salidas burlonas para mofarse de la vida militar, siempre conseguía levantarle el ánimo a los compañeros más deprimidos. Ellos señalaron que Pedro se hizo notar desde el primer día por su histrionismo y sus dotes de imitador.

“Recuerdo a Pedro con su mueca de media sonrisa mientras hacíamos saltos de rana. En una de esas formaciones, vimos un gran charco de barro, y corrimos para caer justo ahí. Nunca olvidaré su cara de felicidad chorreando agua y barro del uniforme y de como nos reímos del cabo, mientras nos decía si estábamos locos”, recordó un compañero.

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