Diciembre dispara el nivel de estrés en las calles

Psicólogos y psiquiatras coinciden en que durante las Fiestas aumenta el nerviosismo y crece la ansiedad

AÑO NUEVO ES TIEMPO DE BALANCE Y SÓLO ESA SITUACIÓN, DICEN LOS EXPERTOS, PUEDE DISPARAR EN VARIAS PERSONAS PROFUNDOS CUADROS DE DEPRESIÓN Y ANSIEDAD

Depresión o ansiedad, dolores de cabeza, agarradas en la calle, alteraciones del sueño, trastornos gastrointestinales, disminución de la líbido, nerviosismo, palpitaciones y contracturas musculares son sólo algunos de los tantos signos de estrés que puede sufrir una persona durante la época del año apuntada como la más difícil de todas: la de las Fiestas.

Por estos días, nadie parecería salvarse del vértigo de fin de año, y los especialistas confirman con datos de su propia experiencia lo que cualquiera puede palpar en la calle: hay más casos de ansiedad y de estrés y las consultas a psicólogos y psiquiatras aumenta siempre al cierre del ciclo anual. Ya sea porque es hora de hacer balances, organizar las fiestas, planificar las vacaciones o hacerle frente a la avalancha de eventos sociales o a la dolorosa ausencia de ellos, lo cierto es que los expertos ya hablan de estos males de época con un rótulo que le es propio: el efecto diciembre.

“Diciembre es un mes especial -se admite desde la Asociación Argentina de Trastornos del Humor-. Mucha gente vive el paradigma del cierre como una fuente de estrés extra que, sumado al que habitualmente todos padecemos, tiende a desbordar los sistemas adaptativos del organismo y a producir síntomas de ansiedad”.

El psiquiatra platense Pedro Gargoloff, por su parte, confirma el cuadro: “Hay mayor estrés, ansiedad y angustias en época de Fiestas”, algo que entra en sintonía con el diagnóstico que también trazan desde la Asociación Psicoanalítica Argentina, cuyas autoridades mencionan que en estos días el tiempo adquiere una condición de circularidad. “Algo termina y por lo tanto aparece la posibilidad de volver a empezar, de recrear lo vivido. Esto, en principio, es esperanzador. Pero aparecen las frustraciones, el estrés por lo que no se pudo concretar en este tiempo”.

Según Gargoloff, “no es que con la llegada de las Fiestas se incremente el número general de consultas, sino que aumenta sensiblemente el número de pacientes que se refieren a este tema. Sobre fin de año se tiende a hacer balances personales y quienes los hacen suelen poner el acento en lo negativo, en lo que falta. Esto puede acentuar la situación de desvalimiento y abrir la puerta a la depresión, la ansiedad u otros trastornos”.

La costumbre de dejar cosas para resolver a último momento del año y el peso de las ausencias son otros de los factores que ayudan a potenciar las situaciones de angustia y ansiedad en personas predispuestas en estas fechas, y se convierten así en el lado oscuro de las celebraciones.

Se estima que en la Argentina entre el 20 y el 30% de la población sufre trastornos de ansiedad, lo que equivale a hablar de varios millones de personas. Este es uno de los trastornos que, asociado a la depresión, se potencian en las personas predispuestas con la llegada de las fiestas.

Los especialistas destacan también que las fiestas de fin de año potencian las fobias sociales, un trastorno que padece entre el 1 y el 2% de la población.

“Para las personas que padecen este problema, las fiestas plantean situaciones difíciles y estresantes, derivadas de tener que vincularse con muchas personas a la vez, incluso con gente que no ven con frecuencia”, dice el platense Gargoloff.

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