Dramático relato de un árbitro de basquet baleado en un robo

Ocurrió en 19 y 529, donde fue abordado por un asaltante. Como se resistió, el ladrón le pegó un balazo en la espalda

MAXIMILIANO CÁCERES TIENE 35 AÑOS Y ÁRBITRO DE BÁSQUET A NIVEL NACIONAL. FUE SORPRENDIDO EN LA FAVELA POR UN DELINCUENTE QUE LO BALEÓ POR LA ESPALDA CUANDO INTENTÓ HUIR. ESTÁ FUERA DE PELIGRO

Para Maximiliano Cáceres (35), la noche del viernes pasado parecía una más. Después de arbitrar un partido de básquet en el club Meridiano Vº, en 67 entre 16 y 17, fue hasta la casa de sus suegros. El hombre alcanzó a caminar apenas unos diez metros desde que se bajó de su auto, cuando lo sorprendió un delincuente armado que intentó robarle y la secuencia casi termina en tragedia.

Ante esa situación, Cáceres se asustó e intentó evadir el robo. Pero el hecho de haber intentado escapar le costó caro: el ladrón le tiró a matar. La víctima recibió un disparo por la espalda que, sólo de casualidad, no le afectó ningún órgano vital.

Todo ocurrió el viernes, alrededor de las 23.30, en una de las escalinatas externas de un monoblock del complejo “La Favela”, en 19 y 529.

“Estaba empezando a subir, cuando se me acercó un muchacho joven para robarme”, contó ayer el propio Maximiliano, en diálogo con este diario.

“Quedate quieto”, fue una de las frases que alcanzó a escuchar el árbitro de básquet, cuando estaba a punto de ser asaltado.

INTENTO ESCAPARSE

“Cuando vi que tenía el arma, me quise escapar. Salí corriendo, pero solamente pude subir dos escalones, y ahí me dispararon. En ningún momento me quedé tirado en el piso, porque seguí hasta encontrarme con mi mujer”, explicó la víctima.

Dentro de uno de los departamentos, la esposa y los suegros de Cáceres habían escuchado el estruendo del balazo y los gritos de Maximiliano, que pedía auxilio.

De inmediato llevaron al hombre a su auto, y se fueron a toda velocidad al hospital Español. En la guardia, los médicos le dieron los primeros auxilios y lo dejaron internado en terapia intensiva.

En ese sector del hospital, el paciente permaneció durante todo el sábado. Ayer poco después del mediodía fue trasladado a una sala común, en donde pudo recibir la visita de su esposa y sus hijas.

En un primer momento, el carácter de la herida había preocupado a todos. El disparo le ingresó a Cáceres por la espalda, debajo del omóplato izquierdo.

PUDO HABER SIDO UNA TRAGEDIA

Por el tipo de proyectil -calibre 22, según fuentes policiales-, el daño dentro del cuerpo de la víctima pudo haber sido muy grave.

Sin embargo, y para la suerte del damnificado, el balazo le recorrió un costado del tórax, por debajo de la axila, y terminó alojada cerca del corazón.

“De casualidad no pasó nada más grave”, indicó la suegra del hombre. Los pronósticos médicos son alentadores, y Maximiliano podría recibir el alta en las próximas 48 horas.

El delincuente que agredió a la víctima no alcanzó a robarle ninguna de las pertenencias, y por el momento se mantiene prófugo.

Cáceres se desempeña como árbitro de partidos oficiales de básquet desde hace casi 20 años y lo hace a nivel nacional. “Es raro que me haya pasado esto, porque hace 13 años que vamos siempre a la casa de mis suegros en los monoblocks y nunca había tenido un problema de este tipo”, consideró el hombre, respecto del episodio violento que le tocó protagonizar.

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