Abrieron hace 40 días y ya les robaron dos veces

Ambos hechos ocurrieron de noche, con el local de ropa y accesorios cerrado. Grandes pérdidas

EL DUEÑO DEL LOCAL, DIEGO SPINA, DESCUBRIÓ EL ÚLTIMO HECHO A LA MAÑANA, CUANDO FUE A ABRIR. NO SABEN POR DÓNDE ENTRARON LOS LADRONES, YA QUE NO HABÍA ABERTURAS FORZADAS. SE LLEVARON DE TODO

Un local del centro que inauguró hace apenas 40 días ya fue blanco de dos robos, por insólito que parezca. En ambas ocasiones los ladrones entraron por la noche, cuando el negocio estaba cerrado, aunque esta última vez resultó sorprendente que lo hicieran sin forzar cerraduras. Lo único que detectaron las víctimas fue pequeño vidrio roto.

Diego Spina (57) es el dueño del local Palo Santo, que abrió recientemente sus puertas en la cuadra de 50, entre 4 y 5.

Allí se venden accesorios y prendas de vestir femenina. Hace poco menos de dos meses que comenzaron a funcionar y teniendo en cuenta su ubicación, el dueño del local nunca imaginó lo que iba a sucederle en tan corto plazo.

“A los 15 días fue el primer robo, fue muy raro”, arrancó contando Diego a este diario. En esa oportunidad él llegó al negocio a la mañana y se encontró con la puerta abierta.

Sin embargo, la cerradura no estaba forzada. Tampoco había indicios de que los ladrones hubieran entrado por otra parte, la puerta sólo estaba abierta de par en par. Esa vez, los ladrones lograron hacerse con el dinero que había quedado en la caja registradora, “800 pesos aproximadamente”, apuntó el damnificado.

Pero el último robo resultó todavía más extraño: concretamente, sucedió entre la noche del viernes y la mañana de ayer, de nuevo, con el comercio cerrado.

Como en la situación anterior, Spina llegó bien temprano a la mañana para abrir Palo Santo, aunque esta vez no notó nada raro hasta que se acercó por completo a la puerta.

A un costado de la entrada, un pequeño vidrio de unos 7 centímetros de ancho y 15 de alto yacía roto parcialmente, como partido a la mitad. Salvo ese detalle, la triple cerradura nueva del comercio estaba intacta.

Desafortunadamente, una vez adentro del comercio, el hombre entendió todo, aunque de manera parcial: Palo Santo había sido blanco de un nuevo escruche (robo en ausencia de los dueño).

No había cerraduras violentadas ni puertas rotas. Sólo ese pequeño vidrio, por el que apenas pasa una mano. “Deben haber entrado por atrás”, dedujo el dueño.

Esta vez, los ladrones sí lograron hacerse con varias cosas. Ropa, carteras, bijouterie y algún dinero. “No puedo estimar pérdidas porque a cada rato me voy dando cuenta de que me faltan más cosas”, admitió Pablo, concluyendo que “tuve que poner triple cerradura y ahora pido presupuestos para persianas metálicas... es un gasto enorme”.

En jaque
Uno de los vecinos de Palo Santo, dueño de un comercio apostado en la cuadra de 50 entre 4 y 5, afirmó haber sido jaqueado por los robos. “10 veces me robaron en los últimos meses”, dijo el hombre. En esa cuadra también asaltaron una casa de familia y una verdulería.

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