Melbourne de Nima Javidi en el 29º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
| 25 de Noviembre de 2014 | 00:00

Una pareja se prepara para un decisivo viaje. Dejará Teherán para comenzar una nueva vida en Australia. Como todavía tienen tiempo y la vida por delante, deciden aceptar cuidar al bebé de los vecinos mientras la niñera sale por unos momentos. En una de las mejores escenas él entra sigilosamente a la habitación para que el bebé no despierte e intenta cerrar la ventana. El viento agorero es más rápido y cierra la ventana con un ruidoso golpe. Él se lamenta, pero no tarda en advertir que el bebé no se ha inmutado. Se acerca para confirmar su sorpresa pero da cuenta que éste ya no responde, no reacciona. ¿Está enfermo? ¿Qué le sucede? Parece claramente que ya no está solamente dormido. ¿Estaba así cuando llegó? ¿Sucedió en la habitación de ellos? Rápidamente investigan en internet que es posible que los bebés fallezcan por muerte súbita. ¿Ellos son culpables? Y si son indudablemente inocentes ¿es justo que pierdan este vuelo impostergable por las múltiples complicaciones que desencadenará esta noticia? Pero ha pasado el tiempo y nos damos cuenta que todavía nuestra pareja protagonista no ha avisado a nadie. ¿Qué harán? ¿Cómo se zafarán del problema? ¿Le avisan a los padres? ¿Le avisan a la niñera? ¿Ocultan el cuerpo, se lavan las manos? Los espectadores ya somos cómplices. La película nos hace especular en las horribles decisiones que los personajes pueden llegar a plantearse. Todo se dilata. Las mentiras y ocultamientos van engrandeciendo y enturbiando el relato. Esta historia sucede en el transcurso de unas horas pero sin embargo a través del actor Peyman Moaadi se nos muestra un desmejoramiento corporal demoledor. El trabajo físico es extraordinario y es trasferido directamente al espectador que termina devastado en la butaca. La resolución final es un último golpe narrativo de knockout.
Decididamente
no aconsejable para los que estaban deseosos de tener su primer hijo o estaban
en tratativas de procrearlo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE