“No se me cae ningún anillo por tener que salir a laburar”
| 19 de Febrero de 2014 | 00:00
Los días de lujos y ostentaciones terminaron para Guillermo Cóppola en el mismo momento en que también se acabó su amistad con Diego Maradona. Y a aquellos amigos que supo frecuentar en esos tiempos de fiestas y salidas vip acudirá para pedirles ayuda para intentar recuperar el famoso departamento del jarrón que está a punto de ser rematado por una deuda millonaria.
Ubicado en la coqueta Avenida Libertador a la altura del 3540, Palermo, se trata de un departamento de 326 metros cuadrados en el que Cóppola, su esposa y su hija viven desde hace 30 años. Pero ahora, y a causa de una deuda de Maradona, titular del inmueble, y de otras propias, esta vivienda será rematada por el Juzgado Comercial Nº 23, con una base de 4.188.000 pesos.
El origen de esta situación se remonta a 2001, cuando Maradona se recuperaba de su adicción a las drogas. En aquella época, el “Diez” alquiló una propiedad en Barrio Parque que tenía al departamento de Cóppola como garantía. Pero al contraer una importante deuda de arrendamiento, el dueño de la vivienda le inició acciones legales. Esta es una de las causas del remate pero no la única: también hay importantes deudas del propio “Guillote”.
Reconociendo la gravedad del asunto, Cóppola habló ayer sobre esta situación y dijo que intentará hacer todo lo posible por salvar su vivienda. “Una vez más se me presenta un obstáculo que trataré de solucionar. Afortunadamente tengo muchos amigos. Y estos momentos te hacen ver quiénes están y quiénes no”, comenzó diciendo el ex panelista de “Buenos Muchachos”.
“Sabía que tenía esta deuda. Es un compromiso que tengo asumido hace mucho tiempo con la responsabilidad que le corresponde a un garante, que tiene que ser responsable y solidario, y yo creo que en la vida lo he sido siempre”, aseguró en diálogo con América 24 y se mostró esperanzado: “Vamos a tratar de quedarnos con el departamento. Tengo amigos que están dispuestos a ayudarme a compensar lo que me están reclamando”.
Reflexionando sobre su forma de actuar en el pasado, Cóppola dijo que hizo “desarreglos en la vida” y que si “hubiera sido un poco más precavido” quizás “no pasaría por esta situación”; y aseguró: “No se me cae ningún anillo por tener que salir a laburar”.
“UN JARRON, UN GARRON”
El departamento en cuestión fue escenario en 1996 de una de las causas judiciales argentinas más mediáticas y recordadas de la década. En ese piso, la policía encontró más de 400 gramos de cocaína escondidas en un jarrón, una situación por la que Cóppola estuvo 96 días preso en Devoto y por la que Maradona tuvo serios problemas legales. Sin embargo, con el tiempo, la causa quedó nula.
“Quiero aclarar lo del jarrón, porque en realidad fue un garrón”, manifestó ayer Cóppola, y ahondó en aquel episodio del que todavía no puede desprenderse: “Un juez preso, el secretario preso, policías presos por una causa totalmente armada. Y quedó más que demostrado. Fue un ‘leading case’, una vergüenza para la Justicia argentina”.
“Doy la cara, no me escondo” agregó el mediático empresario y concluyó diciendo que todo lo que pasaba puertas para adentro nada tenía que ver con delitos sino con “conductas”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE