“Viejo... te llama Cristina”
| 24 de Febrero de 2014 | 00:00

Fue el sábado a la tarde, para agradecerle por un acróstico que Héctor Savoretti confeccionó con sus propias manos y le envió como regalo de cumpleaños el 19 de febrero.
“Hola Betti, habla Cristina”, escuchó la mujer desde el otro lado del teléfono, pero tardó unos segundos en reaccionar. “Era la voz de ella, ¡era Cristina!”, dice emocionada la jubilada de 78 que el sábado a las 16:15 recibió un llamado de la presidenta Fernández de Kirchner en su casa. Cristina llamó a su hogar para agradecer el regalo que su esposo le había enviado por su cumpleaños.
¿Cuál fue el obsequio merecedor de este llamado? Ni flores, ni bombones, ni joyas: Héctor Savoretti (80) le envió a Cristina, el 19 de febrero pasado, un cuadro de 40 x 50 con un acróstico (ver recuadro). Para confeccionarlo, a partir del nombre de la Presidenta, seleccionó pasajes del discurso de asunción del 2003 de Néstor Kirchner; y para hacérselo llegar, les pidió a sus nietos que se lo acercaran personalmente a la casa de su madre Ofelia Wilhelm, en Tolosa.
Cuando sonó el teléfono el sábado -tres días después del cumpleaños de la Presidenta- Héctor estaba en el cuarto cambiándose. A la mañana había acompañado a su nieto menor, Agustín, a comprar unos trajes de neoprene a Mar del Plata. Habían salido temprano desde San Bernardo y cerca de las cuatro de la tarde ya estaban de regreso. Mientras se ponía una bermuda escuchó el ring del teléfono y a los segundos el grito de su mujer: “¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer!”.
“Estoy muy emocionada con tu regalo. No puedo salir del asombro de la originalidad. Cuando venga Máximo se lo voy a mostrar”, le dijo segundos después Cristina a Héctor por teléfono. Y pronto, le confesó: “había pensado en mandarle una carta pero como figuraban los teléfonos le pedí a mi secretario que nos ponga en comunicación”.
“En cualquier momento me caigo”, le dijo Savoretti. “No te caigas, que con 80 años te podés romper todos los huesos”, le contestó con sentido del humor, Cristina.
“Me preguntó si vivía en San Bernardo o en La Plata –cuenta Héctor-. Le conté que toda mi familia es platense pero que con mi esposa desde hace unos años pasamos más tiempo en la Costa”. Lo asombroso del caso es que este verano, Savoretti aún no había pisado la playa en toda la temporada. Ni bien se despidió de Cristina Fernández, estaba tan eufórico que se fue a disfrutar junto a su nieto y unos vecinos unos mates, a orillas del mar.
“Estuvimos charlando un rato, le conté que soy coleccionista de frases célebres y que su acróstico es el número doscientos de todos los que hice en mi vida”, dice Savoretti, y no puede recordar mucho más de la charla. “Tuve el honor de ser llamado por un Presidenta de la Nación. Estoy chocho de la vida”.
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