Islandia: colonias de aves marinas en riesgo

Por Especial para EL DIA de National Geographic

FLATEY ISLAND, Islandia- Cuando los días se alargaban, las aves marinas se congregaban en este punto al borde del Artico para criar a sus pichones bajo el sol de medianoche. Hoy, quedan pocas aves. Las crías murieron y sus padres retornaron al mar.

La mitad de las aves marinas de Islandia anidan en esta zona volcánica y en las islas de los alrededores, en la bahía Breidafjordur, en la costa oeste. La isla Flatey solía estar llena de pichones escondidos en las rocas y en los pastizales de las praderas. Islandia abunda en alimentos por estar rodeada de las corrientes del Atlántico, del Artico y las aguas polares, y es un edén para las aves que se alimentan de peces. Tiene una costa rocosa, con campos con colinas y acantilados que caen al mar, todo ideal para que aniden 23 especies de aves marinas del Atlántico. Pero en años recientes los nidos se vaciaron y las colonias del Atlántico Norte se achicaron. Por múltiples causas, aunque las principales son una serie de cambios profundos en los océanos de todo el mundo: su clima, su composición química, sus redes alimentarias, su carga de contaminantes.

El calentamiento de los océanos y los congelamientos previos están alejando las presas de las aves; se producen tormentas mortales fuera de temporada, y quedan afectados los esquemas de reproducción. El aumento de la absorción de dióxido de carbono y el derretimiento de los glaciares acidifican y diluyen el equilibrio acuático, poniendo en peligro la vida marina y las criaturas que se alimentan de ellas. Los científicos describen mortandades masivas de pichones y colonias abandonadas con huevos aún en sus nidos.

“La mortalidad masiva de la gaviota tridáctila es evidente”, admite Freydis Vigfusdottir, investigadora de la Universidad de Exeter, Inglaterra. En las colonias de golondrinas del Artico que estudió “hay pichones muertos por todas partes”. En Flatey Island, las golondrinas de mar, alguna vez tan prolíficas, no han producido huevos viables en más de una década. Más de la mitad de los nidos de gaviotas tridáctilas de la región desaparecieron en los últimos 15 años.

Y en las islas Westman, en la costa sur de Islandia, hogar de la colonia más grande del mundo de frailecillos comunes, la reproducción ha sido un “fracaso total” desde 2005, según el South Iceland Nature Center. El impacto se siente en todo el país, donde estas aves con cara de payaso han sido a la vez un delicado bocado de caza legal y una mascota nacional. La “vigilancia del frailecillo” -noticias acerca de la situación en los nidos- es tan candente como la “vigilancia de los volcanes”.

Se reportan tendencias similares en Escocia, las Islas Feroe, Noruega y el círculo polar ártico- principal zona de cría de las aves marinas del hemisferio norte. La mayoría de las especies del bioma, según la Evaluación de Biodiversidad del Artico de 2013, están en decadencia.

No han colapsado poblaciones enteras, no todavía. Estas aves marinas son resistentes, y millones de ellas siguen viviendo en el Atlántico Norte.

Las aves marinas pueden soportar algunas malas temporadas de cría. Sin embargo, ha habido tantos fracasos reproductivos que los científicos sostienen que es sólo cuestión de tiempo para que los adultos, también, desaparezcan.

Las aguas frías del Atlántico Norte inciden en el clima mundial y además son una de las zonas de pesca más productivas, por lo que los problemas de las aves podrían presagiar problemas para la industria principal de la región y para el abastecimiento mundial de alimentos.

Estos mismos problemas ya se están percibiendo entre aves zancudas como el archibebe común, aves marinas como el playero rojizo y otras aves acuáticas del norte de EE UU, el Reino Unido, y otros lugares.

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