Cifosis dorsal
| 8 de Noviembre de 2015 | 01:52

Por DR. NORBERTO FURMAN
Doctor en kinesiología y fisiatría
La columna a veces se desvía en forma silenciosa, fuera de los controles de los padres y de los educadores en las escuelas. La causa más común es la mala postura.
Todas estas posturas, asumidas desde la niñez, forman un patrón que se arraiga profundamente y moldea gradualmente todo el esqueleto que queda estructurado al cerrar los cartílagos de crecimiento entre los 17 y 21 años.
Las malas posturas en la niñez, pueden desviar la columna vertebral en la adolescencia
En el consultorio vemos entrar a los chicos, y sin preguntar nada ya sabemos algo de su ánimo, ya que la postura es la representación de la vida emocional y la exteriorización postural de los sentimientos.
El aspecto, con la cabeza inclinada hacia adelante, el abdomen levemente prominente, los hombros y la espalda redondeada, hacen parecer como que soporta el mundo sobre su cuerpo. También vemos a los tímidos, en los que el tono de voz es llano y sin inflexión, con un saludo temeroso.
En otros casos vemos a los más apáticos, faltos de entusiasmo que siempre están cansados, hablan poco, caminan desgarbados y rehuyen a los deportes.
Esta postura de fatiga impone a los ligamentos y tendones que rodean la columna, una tensión crónica que no puede ser contrarrestada por la musculatura espinal y al cabo de un corto tiempo comienzan los inevitables dolores y las deformaciones.
Estos dolores se asientan en la columna dorsal como reflejo cortos y fugaces, que obligan a “estirarse su columna”, sobre todo después de adoptar las pésimas posturas de estudio. Los dolores de cabeza se ubican dentro de los ojos y en la nuca obligando a la consulta con el profesional.
Cuando se alcanza la edad de la razón o de la compresión, la postura está fijada en su composición estructural y profundamente establecida en el subconsciente, en ocasiones con lesiones de mal pronóstico.
Es que nos paramos y nos movemos acorde como nos sentimos ya que los conflictos diarios se reflejan en la postura y no diferencia sexo ni respeta edades.
A veces una modista, en un vestido de quince años descubre que “le chinga” y esto recién despierta el interés de una consulta.
Por suerte hoy en día se cuenta con una artillería importante para este tipo de afecciones. La gimnasia, la ortopedia y la kinesioterapia son algunos de estos elementos.
El domingo que viene: Dolor vértebroescapular
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