Cambaceres volvió a sonreír con la llegada de la Primavera

Le ganó a Midland, en Libertad, y cortó una racha de seis partidos sin éxitos

Con la llegada de la Primavera, Defensores de Cambaceres recuperó la sonrisa. Le hacía falta encontrar algo de tranquilidad, después de varias pálidas y de los resultados que no lo venían acompañando en los últimos partidos.

La parada en Libertad era compleja, por lo que significa Midland, más allá de que esté realizando una campaña poco convincente.

Con actitud y por momentos, con pasajes de buen fútbol, sacó adelante un partido difícil, que se le complicó en el primer tiempo, cuando el dueño de casa se fue al descanso con la ventaja a su favor.

Cambaceres se plantó de manera inteligente. Presionó la salida rival, y en contados minutos, se apoderó de la pelota, de los espacios, y hasta generó las mejores opciones de gol.

Los primeros 15 minutos fueron todo de Cambaceres. Porque aprovechó los laterales para lastimar y porque convirtió en figura al arquero Juan Peralta Salinas, que evitó dos veces las caída de su arco.

Primero, con Franco Padín, que desvió al córner. Y luego, le tapó un disparo bajo y esquinado a Tomás González.

Sin embargo, en el mejor momento de Cambaceres, Midland, que no había tenido demasiadas opciones sobre el arco defendido por Carlos Mareco, encontró la apertura del marcador.

Tiro de esquina desde la derecha, Nicolás Slimmens apareció sin marca, por detrás de todos, y con un frentazo dejó sis chances al uno de Cambaceres. Resultado inmerecido por cómo se había dado el partido hasta ese momento.

LO VIO VUELTA

Cambaceres no perdió la brújula en el complemento. Siguió haciendo su juego, y a partir del trabajo de Lucas Villar, empezó a hacer méritos para alcanzar al menos el empate.

Y lo consiguió a los 14, con un potente disparo del Mencho Vinnacia, que Peralta Salinas no pudo retener.

Cambaceres, de a poco, se fue dando cuenta de que lo podía ganar. Que si se animaba, los tres puntos se iban para Ensenada.

A los 31, el Rojo llegó con peligro. Padín estuvo cerca, pero Matías Barcos burló su propio arco con el afán de querer despejar. Victoria de Cambaceres y desahogo, al fin.

Carlos Mareco
Franco Padín
Lucas Villar
Peralta Salinas
Tomás González

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