Falsos carteros asaltaron a una jubilada en su casa de City Bell

Con un argumento convincente, datos precisos y los uniformes de un correo privado, dos hombres lograron ingresar en una coqueta casona de City Bell y reducir a su dueña, de más de 70 años, para sacarle dinero. Una familiar de la víctima dijo a este diario que “la ataron y amordazaron, pero, por suerte, no le pegaron”, aunque en la denuncia figura que la encerraron en el baño. Como sea, fue una pesadilla.

Este hecho, que tuvo mucho de cuento del tío y otro poco de entradera, ocurrió el viernes pasado, cerca del mediodía, en una finca situada en 24 entre 462 y 465.

Allí estaban María Catalina Bernd y el parquero, aunque este hombre trabajaba en el jardín y la mujer se encontraba sola cuando escuchó que tocaban el timbre.

Por lo que contó una allegada directa y confirmó ayer la Policía, del otro lado de la puerta había dos hombres jóvenes con los uniformes del correo Oca. Quizás por esto, o por su actitud, Bernd no desconfió de ellos.

Pero, además, los falsos carteros “le dijeron que querían entregarle un paquete para su hijo, tenían su nombre y el de un proveedor de Buenos Aires al que este muchacho suele comprarle por internet”, dijo un investigador para explicar por qué no resultó raro que la víctima les abriera la puerta.

Después de eso, los delincuentes dejaron de lado las apariencias y revelaron sus verdaderas intenciones.

Le ordenaron a Bernd que les entregara el dinero, aparentemente hicieron mención a una cifra que, suponían, debía haber en la casa, y terminaron conformándose con lo que encontraron.

Ayer a la tarde el marido de la víctima no quiso precisar el monto. Por lo que figura en la denuncia, se habrían llevado 10 mil pesos y “ninguna otra cosa”, aclararon fuentes oficiales.

Mientras tanto, el parquero seguía trabajando en el jardín, totalmente ajeno a lo que pasaba dentro de la vivienda. “En un determinado momento los delincuentes quisieron entrarlo a la casa, pero la mujer los convenció de que no lo hicieran diciéndoles ‘déjenlo, si no tiene nada que ver’”, relató un allegado a la investigación.

Los delincuentes, que, más allá de las amenazas verbales no ejercieron violencia física contra la mujer, le hicieron caso. Se apoderaron del dinero, revisaron algunas dependencias para cerciorarse de que no hubiera más y se fueron.

Antes, se encargaron de evitar que Bernd les complicara la fuga. Una allegada que se contactó con este diario dijo que “la ataron y amordazaron”.

Lo que figura en la causa es que la encerraron en el baño, de donde salió un rato después y le pidió ayuda al jardinero.

rastrillaje

Enseguida llamaron al 911 y policías del Comando de Patrullas y la comisaría Décima llegaron rápido a la escena para obtener una descripción de los ladrones y salir a buscarlos. Sin el dato de cómo escaparon o qué rumbo tomaron, el rastrillaje fue complicado y terminó sin éxito, después de un buen rato.

“Lo que queda claro es que eran hombres con experiencia y buena información”, concluyó un pesquisa. La denuncia por “robo calificado” quedó bajo la instrucción de la fiscalía de Autores Ignorados.