El lado B de Cenicienta está de vuelta
| 31 de Octubre de 2016 | 01:22

Fue una de las primeras mujeres en descontracturar la imagen perfecta y “cenicienta” de los personajes femeninos en las comedias románticas (y llegar al otro extremo), un trabajo por aggiornar el género del cuento de hadas cinematográfico a una generación marcada por las expectativas poco realistas que la televisión le impone. Luego, fue la protagonista de una secuela menos que perfecta del mismo personaje.
Y ahora, a 12 años de aquella parte dos, la texana Renée Zellweger vuelve a la piel de su personaje fetiche, Bridget Jones, para convertirse en madre cuarentona en la tercera entrega de la saga, lo que no impide que siga siendo “igual de inconsciente e imperfecta, y una romántica empedernida”, afirma la actriz.
A pesar de ello, considera “sin lugar a dudas” que Bridget sigue siendo un referente para las mujeres del siglo XXI. “Y no hablo sólo de niñas, los hombres también se pueden identificar porque es un personaje muy humano, vulnerable, imperfecto y seguir sus pensamientos, sus ansiedades, es tremendamente reconfortante”, afirmó la actriz que aterrizará este jueves en la cartelera local con “El bebé de Bridget Jones”.
Zellweger, ganadora de un Oscar en 2004 por “Cold Mountain”, y nominada por su papel de cantante y bailarina en “Chicago” (2002), vuelve a Bridget, entonces, delgadísima (aunque la actriz, fuera del rol de Jones, siempre fue muy delgada) y criticada en los medios por su rotundo cambio de aspecto a causa de una serie de operaciones en el rostro.
LA NUEVA BRIDGET
“Lo más interesante de este trabajo es la transformación, tener que amoldarnos a un personaje y más interesante cuanto más diferente; a mi me satisface ese reto, me siento más segura interpretando un personaje cuando no se parece nada a mí”, contó, dando un rodeo a la pregunta sobre su evidente nuevo aspecto.
Un cambio que ha afectado también a la regordeta Jones, ya que el personaje se ve obligado a explicar, al comienzo de la cinta, que “por fin” ha logrado “su peso”, para justificar el revuelo de miradas que provoca mientras camina por la calle enfundada en un ajustado vestido de encaje.
“Es una puesta al día con un momento posterior de su vida; tiene éxito en lo profesional y es más segura, aunque sigue siendo la misma chica enamoradiza e imperfecta, que es lo que más me gusta de ella porque hace que la queramos muchísimo, quieres animarla y que le vaya bien”, afirmó Zellweger, quien esta vez se pondrá en la piel Bridget sin transformarse en una mujer con unos kilitos de más, buscando construir un personaje “un poco más maduro”.
CON FIRTH Y SIN GRANT
Esta nueva entrega arranca con el funeral, sin cuerpo (Hugh Grant se negó a ser parte de esta tercera versión) de Daniel Cleaver, el amor eterno de Bridget, al que asisten los amigos y compañeros de trabajo y también Marc Darcy (Collin Firth), el perfecto novio de su infancia, y su mujer, tan exquisita como él.
“La gente se acordaba mejor de este personaje que yo mismo, porque han visto la película muchas veces, yo no”, afirmó Firth, ganador del Oscar por “El discurso del rey”, de traje gris y camisa blanca, sin corbata, impecable y elegante.
El británico dijo que se cuida mucho de recomendar películas como si fueran remedios médicos, pero que “El bebé de Bridget Jones” es “divertida, un escape, un entretenimiento”, aseguró, al tiempo que reconoce que no guarda “ningún personaje” de manera especial.
“Los actores somos muy promiscuos, no somos ni fieles ni comprometidos, a no ser que tengas un personaje de serie a largo plazo, pero eso no ha sido para mí, así que tiendo a olvidar todo lo que hago”, remató, con ese humor seco tan inglés que invade todas sus composiciones.
Y TAMBIEN DEMPSEY
“El bebé de Bridget Jones” contiene todos los tópicos que hicieron única la primera entrega de la saga, “El diario de Bridget Jones” (2001); de hecho, vuelve a la dirección Sharon Mcguire, que no firmó la segunda, “Bridget Jones: Al borde de la razón” (2004), rodada por Beeban Keedron.
Y así, al más puro estilo Jones, se produce el encuentro con el atractivo Jack Qwant (Patrick Dempsey): ella, de bruces, en un barrizal. “Es un personaje que da esperanzas”, confió Patrick Damsey, el tercero en discordia.
Dempsey, un auténtico sex simbol gracias a su papel de Shepherd de la serie “Grey’s Anatomy”, asegura que a él le resultan “muy atractivas” las mujeres como Jones. “Claro que me gusta, es una mujer segura que sabe cómo es y se acepta, lo bueno y lo malo. Es hermosa, sexy, potente, poderosa”, apuntó el actor estadounidense con el aplauso de Zellweger, a pesar de que muchos fans osarían estar en desacuerdo con sus palabras políticamente correctas.
Aunque aseguran que no tienen ni idea de si habrá una cuarta parte, a Zellweger no le importaría continuar hasta que Bridget sea abuela, “estoy preparada”, dice entre risas, aunque el final deja abierta la posibilidad de que, en el futuro, “resuciten” viejos fantasmas de la vida de Bridget.
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