Nos sorprendió desde que lo vimos en la novena
| 17 de Noviembre de 2016 | 01:04

Por ALEJO SANTA MARIA (*)
Lo primero que quiero marcar es que cuando lo vimos en la novena ya nos sorprendió. Lo había llevado al club desde las infantiles Marcelo Zúrzolo, quien nos venía comentando sobre un jugador, que era justamente Lucas Pratto.
Lo empezamos a ver en las prácticas junto con Lucio Bernald y Sergio Feliu y por las diferencias que marcaba, rápidamente lo pasamos a trabajar con las categorías más grandes de Cambaceres. No sé si ya vislumbrábamos que hoy podía tener este presente, pero se le veían condiciones.
Primero jugaba como enganche y también como volante adelantado con manejo, pero más allá de las condiciones futbolísticas fue siempre un pibe espectacular, un gran ser humano, una persona fantástica con una gran predisposición para los entrenamientos. Además, un verdadero fanático del fútbol.
Cuando con el equipo de trabajo nos fuimos de Cambaceres a Defensa y Justicia, donde agarramos la séptima, octava y novena, él se vino con nosotros, aunque para manejarnos como personas de bien, le avisamos a Emilio Martínez, en aquel momento Presidente del Fútbol Juvenil del club, para que hiciera un convenio con Defensa. A la segunda práctica, ellos ya lo querían fichar, pero como no hacían convenios, se hicieron las cosas como corresponde y la posibilidad quedó trunca.
Luego vino lo que ya es historia más conocida: el hermano de Martín Palermo (Gabriel) lo llevó a Boca y ahí empezó todo su crecimiento que lo llevó a donde está hoy.
Es un chico que siempre recuerda a Cambaceres, no se olvida de sus orígenes ni de sus compañeros. Eso es lo que uno más valora, independientemente de lo que es como jugador. Uno no es imparcial, porque habla desde el cariño, pero ojalá que pueda asentarse en la Selección como titular. Hizo un gol clave y reemplazó a otro gran jugador.
(*) Entrenador de fútbol. Fue su coordinador en Cambaceres.
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