Milagros Argentinos: increíbles historias de sanación
| 18 de Diciembre de 2016 | 00:15

Una mujer a la que le desapareció un cáncer fulminante, un hombre que sobrevive a una gangrena que lo deja al borde de la muerte y una nena molida a golpes que vive casi sin secuelas graves son algunos de los testimonios que certificó la Iglesia como milagros, para convertir en santo al cura Brochero y beatificar a Ceferino Namuncurá, Crescencia Pérez y Artémides Zatti, descriptos en el libro “Milagros argentinos” de Silvina Premat.
“El pedido indica ‘código amarillo’, por lo que el vehículo del servicio de emergencia avanza velozmente hasta el barrio Alto de la Sierra. Una niña de 8 años se cayó de un caballo. Es viernes 25 de octubre de 2013. El enfermero del servicio encuentra a una nena en estado de inconsciencia y empapada debido a los intentos de reanimarla de quien parece ser el padre. Ve que su ropa está manchada con sangre, además de observarle un hematoma en la parte frontal del cráneo, moretones en los glúteos, escoriaciones en la espalda y otras heridas en las piernas y brazos. Lo más rápido que pueden trasladan a la niña al Centro Integral Médico de la Mujer y del Niño, a unos 20 kilómetros de allí”, cuenta Premat.
Camila había sufrido en verdad una golpiza en su casa. Su madre y su padrastro están detenidos y procesados, acusados de intento de homicidio. El pronóstico médico aseguraba que si vivía lo iba a hacer en estado vegetativo. Pero esas previsiones científicas no se cumplieron. Poco a poco comenzó a mejorar y los médicos no entienden cómo fue eso posible.
“Este es el milagro que llevará a Brochero a la canonización”, repetía en diciembre de 2013 a su esposa Raúl Ríos, abuelo materno de Camila, quien había puesto a la niña “en manos” de ese sacerdote. Hoy, recuperada gracias al rezo de su abuelo al cura Brochero, Camila vive una nueva vida junto a su padre.
Silvina Premat nació en 1964 en Concordia, Entre Ríos, es periodista y socióloga. Desde 2003 es redactora de la sección Cultura del diario La Nación y escribió los libros “Curas villeros. De Mugica al padre Pepe” y “Pepe. El cura de la villa”. Premat explica en su texto que para santificar o beatificar (paso previo a la canonización) tienen que haber pasado por lo menos diez años de la muerte de la persona de quien se cree que alcanzó la santidad y además se debe probar su “fama de santidad”, que es la opinión difundida de manera espontánea entre los fieles.
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