Futbolista, ¿sinónimo de infiel?

Carlitos Tévez es ídolo boquense y nacional no sólo por sus aptitudes como futbolista sino también por su simpatía: la misma que le permitió conquistar a algunas de las mujeres más hermosas del país a pesar de no ser dueño de una belleza convencional. El “prontuario” del delantero de Boca tiene inscriptas a Natalia Fassi, quien llegó a decir que “cada vez que hacíamos el amor, olvidábamos en qué planeta estábamos”; la ex conejita de Playboy Vanesa Carbone; y la ex “Patito Feo” Brenda Asnicar, a la cual le lleva 8 años.

En medio de cada una de estas relaciones que tuvo mientras viajaba por el mundo gracias a su talento, Carlitos siempre regresó a su primer amor: Vanesa Mansilla, con quien tienen tres hijos. Pero, una vez más, rumores de una crisis estallaron recientemente cuando testigos indicaron que el delantero pasaba sus noches en el Faena, lejos de casa. Incluso, hasta se filtró un audio que demostraría una infidelidad de parte de Tevez.

El “prontuario” del delantero de Boca tiene inscriptas a Natalia Fassi, quien llegó a decir que “cada vez que hacíamos el amor, olvidábamos en qué planeta estábamos”; la ex conejita de Playboy Vanesa Carbone; y la ex “Patito Feo” Brenda Asnicar, a la cual le lleva 8 años.

Es que, claro, los futbolistas son los hombres más cotizados en el país, y la tentación de las aspirantes a botineras siempre se hace presente: mucho más hoy, en los días del WhatsApp, la internet y los videos hot. Así lo anticipaba Wanda Nara al momento de separarse de Maxi López, a quien acusaba no sólo de serle infiel con una modelito italiana, Jessyca Vella, sino, encima, de no satisfacer sus necesidades por tres meses.

Wanda, quizás poco indicada para hablar (rñapidamente encontró pareja en un ex amigo de Maxi, Mauro Icardi), tiró la primera piedra: ¿los futbolistas son todos infieles? Ashley Madison, la red social para encontrarse con otras parejas comprometidas en busca de una noche de piratería lo confirmó parcialmente en 2011 con un estudio que señaló que, de sus usuarios, el 70% practicaba fútbol aunque sea de manera amateur, comprobando una cercana relación entre el deporte y el sexo extramatrimonial. Aunque, claro, la mayoría de los hombres argentinos juega a la pelota...

El director regional de la red social, Francisco Goic, explicó al momento del estudio que “es normal que los futbolistas sientan la necesidad de tener sexo con varias mujeres, porque son conscientes de su atractivo físico y del deseo que despiertan en ellas. Además, las mujeres eligen a los futbolistas porque consideran que tienen mayor desempeño sexual que otros deportistas”.

“Este fenómeno se repite en otros lugares y, especialmente, en Italia (donde juega Maxi López), país en el que es aún mayor el porcentaje de futbolistas infieles”, detalló Goic, quien afirmó que muchos argentinos dicen que van a jugar al fútbol para ocultar una aventura.

Aunque los argumentos no sean del todo convincentes, evidencias no faltan: Carlitos y Maxi son sólo la punta de un iceberg de la larga lista de futbolistas infieles.

EL DIEGO, DON JUAN

Es que, sin dudas, tener el cuerpo, la fama y el poder que tienen los futbolistas es atractivo para cualquier mujer. Ahora, imagínense esos atributos multiplicados a niveles de adoración casi divinos como los que vivió Diego Maradona en sus días de Nápoles. El Diez, casado entonces con Claudia Villafañe, cayó preso de la tentación de la noche napolitana no sólo en cuanto a las drogas sino también en cuanto a las mujeres, y producto de sus noches de sexo extramatrimonial tuvo, al menos, dos hijos (Diego Jr. y Jana).

Las andanzas de Maradona continuaron aún después de la relación con Claudia, cuando pasó varios años entre Verónica Ojeda y Rocío Oliva, hasta que, finalmente, la última triunfó. Por el momento.

Y no son solo los latinos los que no pueden refrenar sus impulsos: recordado es también el caso del inglés John Terry, quien optó por la esposa de un compañero de selección para cometer su error de alcoba. La víctima fue Wayne Bridge: el error le costó su matrimonio, la amistad con Bridge y la retirada del brazalete de capitán inglés, aunque finalmente su mujer decidió volver con él tras un tiempo fuera de casa con la hija que tienen en común.

Situación similar a la que vivieron Eduardo Tuzzio y Horacio Ameli mientras ambos jugaban en River y el segundo tuvo un affaire con la mujer del primero. Por supuesto, nunca más se dirigieron la palabra y Tuzzio decidió emigrar para curar las heridas... y evitar que le sigan gritando cantitos alusivos en las impiadosas canchas del fútbol argentino.

Pero quizás el caso más hilarante de los últimos años sea lo que le sucedió a Walter Busse (hoy volante de Sarmiento) mientras jugaba en Independiente. El jugador fue seducido en la noche de Avellaneda por una mujer y la llevó a su departamento, a pesar de que mantenía una relación con la cordobesa Solange Rivas, pilar según el propio jugador en su recuperación física tras una dura lesión.

Busse pensó que se trataba de una noche más con el parche en el ojo y el loro al hombro, hasta que la seductriz lo drogó y le robó todas sus pertenencias.