Se salvó de milagro y sólo piensa en su amiga Belén

Adrián Etcheverry evoluciona de sus heridas. La madre contó que “de ánimo está más o menos”

Adrián Etcheverry (22), la otra víctima del asalto a tiros ocurrido el domingo en 48 y 17, se recupera del episodio salvaje que le tocó sufrir. El recibió cuatro tiros, todos en la zona de los muslos y la ingle, en sus dos piernas. Si se compara con el estado grave que atraviesa su amiga Belén (ver Pág. 20), una médica del servicio de Clínica fue lo suficientemente clara con su conclusión: “La sacó barata”.

Los profesionales de ese sector del hospital San Martín precisaron que Etcheverry “presenta una buena evolución” y que por ese motivo ya lo derivaron de la zona de cuidados intensivos.

Una doctora que sigue de cerca la mejora de Adrián añadió que aún merece están controlando “algo de líquido libre que tiene en el abdomen” y “un pedazo de bala” que todavía tiene alojado en la zona pélvica.

Con estas novedades, el ánimo de los amigos y la familia del chico era de expectativa por que salga adelante sin inconvenientes mayores. Estoicos y abajo de la garúa imperceptible pero penetrante, todos estuvieron en las puertas del pabellón donde lo atienden.

Entre ellos estaba Amanda Ortiz, la mamá de Adrián. Ella le contó a EL DIA que hay una posibilidad de que su hijo pueda recibir el alta en las próximas horas. Esa determinación, desde luego, está atada a su progreso clínico.

nuevas declaraciones

Adrián ya había sido interrogado por la policía el mismo domingo en que ocurrió todo, según confiaron sus amigos. Al parecer, ayer hubo un nuevo encuentro del paciente con los investigadores del caso, que volvieron a acercarse al Policlínico para, además de conocer cómo está, volver a preguntarle cuestiones puntuales sobre lo que le pasó. Sus dichos, que no trascendieron a la prensa, forman parte del expediente con el que se intenta ubicar a los delincuentes (ver página 20, artículo inferior).

Amanda contó que su hijo llegó de la localidad bonaerense de Labardén a La Plata hace cuatro años, que es compañero de la facultad de Belén y que también trabaja como empleado de una empresa. La noche que terminó con el asalto “había salido a bailar con sus amigos”.

Rodeado de sus afectos, el joven tiene la contención de quienes lo quieren ver salir adelante. No obstante, “de ánimo está más o menos”, reconoció Amanda.

Si todo va como se espera, lo más probable es que Adrián en breve se sume al grupo que sigue de cerca la evolución de Belén.

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