Dilma en la cuerda floja: avanza el proceso para su juicio político
| 7 de Abril de 2016 | 02:59

BRASILIA.- La presidenta brasileña Dilma Rousseff está más cerca de enfrentar un juicio político (impeachment), luego de que el relator de una comisión del Congreso resolviera ayer que hay bases para abrir un proceso de impeachment contra la mandataria en el Senado por manipular fondos públicos en 2014 para favorecer su reelección. El legislador Jovair Arantes dijo a la comisión de 65 diputados que había “indicios suficientes” de que Rousseff cometió un delito para un juicio político, pero que dependía del Senado juzgar a la presidenta. Arantes se manifestó a favor de la “admisibilidad jurídica y política de la acusación y por la consecuente autorización para la instauración, por el Senado Federal, del proceso por crimen de responsabilidad” de la mandataria. “La magnitud y el alcance de las violaciones practicadas por la presidenta de la República constituyeron un grave desvío de sus funciones, con perjuicios a los intereses de la nación. Tales actos justifican la apertura excepcional del mecanismo de impeachment”, subrayó.
La comisión votará sobre el informe de Arantes el lunes 11 de abril (hasta entonces puede modificarlo) y enviará el resultado al pleno de la Cámara para una votación final, que se espera a fines de la próxima semana. Una moción de impeachment tiene que contar con el apoyo de un mínimo de 342 de los 513 miembros de la Cámara (dos tercios), para pasar al Senado. Y si éste a su vez la aprueba, por mayoría simple (el voto podría ocurrir a inicios de mayo), Rousseff será separada de su cargo por un máximo de seis meses, en espera del veredicto final, que estará igualmente en manos del Senado. Si se aprobara su destitución, Rousseff sería reemplazada hasta el fin de su mandato en 2018 por su vicepresidente, Michel Temer, del centrista PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño), que la semana pasada rompió una alianza con el PT (Partido de los Trabajadores) y se sumó a la causa del impeachment.
En un impulso para las posibilidades de Rousseff de superar el impeachment, el Partido Progresista (PP, centro) anunció que se mantendrá en la coalición de Gobierno hasta que la Cámara baja vote sobre si impugna a la complicada líder izquierdista. Rousseff, cuya permanencia en el poder está amenazada por un enorme escándalo de corrupción y la peor recesión económica en décadas, ha estado negociando puestos en el Gobierno para retener el respaldo de sus aliados como el PP después de la deserción del PMDB, el mayor partido de la coalición.
Las apuestas a que Rousseff será reemplazada por un Gobierno más favorable a los mercados ha abierto el apetito por los activos brasileños, con el real escalando más de un 10% en marzo y el índice bursátil de referencia Bovespa, entre los de mejor desempeño del mundo este año.
En tanto, Michel Temer dijo ayer haberse sentido agredido “profesional y moralmente” por la orden del juez Marco Aurelio Mello, del Tribunal Supremo, de que se le abra un proceso de juicio político similar al que enfrenta Rousseff. Temer opinó que el pedido de impeachment en su contra (por maquillar las cuentas públicas junto a Dilma) es “una campaña nítida y deliberada” para perjudicarlo, con el propósito de llevarlo a una “pelea callejera” en la que aseguró que no se quiere meter.
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