Tiene muerte cerebral el joven herido de una pedrada en un micro

A Néstor Soria lo operaron y la familia espera un milagro. Está casado y tiene un hijo de 4 años

Que era el único que viajaba en el micro además del chofer, que volvía de trabajar y que el agresor lo hizo por maldad. Esos eran los principales supuestos sobre el ataque a un colectivo de la línea Este que pasaba por El Palihue y fue alcanzado por un cascotazo, el martes a la noche. El padre de la víctima confirmó toda esa información y además aseguró que lo único que los mantiene con esperanza, a él y a su familia, es la posibilidad de un milagro.

El estado de Néstor Atilio Soria (34) seguía siendo gravísimo anoche. Los médicos del Policlínico le diagnosticaron que estuvo en coma desde el primer momento en que ingresó al hospital. Y además habrían establecido que el paciente tuvo fractura de cráneo, coágulos internos y muerte cerebral, según comentó Atilio (61), su papá.

Eran las 23.45 del martes. Néstor había salido de su trabajo, en un kiosco de Plaza Moreno, y esperó el Este, como cada noche. Por una circunstancia de ese momento, se tuvo que tomar un ramal distinto al de siempre, que va por otro camino. Algo tan simple como eso desencadenó el drama, porque ese colectivo tuvo que pasar por la cuadra de 609 entre 115 y 116.

Ahí estaban, escondidos en la oscuridad, los agresores que vieron el cartel luminoso del ómnibus y se prepararon para el ataque. Uno de ellos agarró una tosca “del tamaño de un adoquín” y le apuntó a la ventanilla detrás de la cual estaba Néstor, casado y padre de un nene de cuatro años.

A ese único pasajero le faltaban tres cuadras para llegar a destino. No iba a su casa de Parque Sicardi, sino a lo de una hermana a cenar. “Se estaba por bajar”, se lamentó Atilio, durante una charla con este diario en la puerta del hospital.

La piedra viajó con una fuerza tal que destruyó la ventanilla del costado derecho del micro e impactó en un lateral de la cabeza del pasajero, que quedó tendido y desmayado en ese preciso instante.

El colectivero se dio cuenta rápido de lo que había pasado. En lugar de frenar en esa zona de peligro, decidió ir él mismo hasta el destacamento de barrio Aeropuerto, contó Atilio.

Los efectivos supieron que una ambulancia tardaría mucho en llegar. “Por eso el mismo chofer lo llevó en el micro hasta el hospital”, aseguró el padre. Desde entonces, Néstor continúa en el Policlínico, tras una cirugía de “más de 5 horas”. Su familia espera ansiosa cualquier novedad en los pasillos de la planta baja. “Estamos instalados acá, no nos vamos a mover”, prometieron.

Aeropuerto
El Palihue
Hospital
micro
Néstor Atilio Soria
Parque Sicardi
Plaza Moreno
Policlínico
Unico

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE