Lo encontraron muerto de un tiro, en un auto robado en Los Hornos
| 22 de Julio de 2016 | 01:10
En contramano, con dos tiros en la carrocería y un cadáver en el asiento trasero. Así encontraron ayer a la madrugada un Peugeot 207 que tenía pedido de secuestro por haber sido robado el sábado pasado en el mismo barrio donde apareció: Los Hornos. En procura de dar con ese coche se desplegó una búsqueda frenética, aunque por algo mucho más reciente, ya que en él habrían escapado los dos delincuentes que el miércoles a la noche asaltaron a un policía frente a su casa de Tolosa y dos horas después se tirotearon con los móviles del Comando de Patrulla que intentaron interceptarlo en San Carlos.
Al joven muerto todavía no lo identificaron, informaron anoche fuentes de la policía, quienes se limitaron a decir que estiman que tiene “entre 20 y 25 años” y un orificio de bala en el omóplato izquierdo. La bala no salió.
Tampoco saben con cuántos acompañantes iba el muchacho al momento de la balacera. Los que hayan sido, se fueron antes de que alguien viera el Peugeot, el cuerpo, y llamara al 911.
EL ASALTO AL POLICIA
Según el reporte oficial, eran alrededor de las 2 de la mañana de ayer cuando ese auto mal estacionado en 65 entre 150 y 151 llamó la atención de los efectivos de un patrullero del Comando que recorrían las calles de Los Hornos. Parecía abandonado y estaba en contramano, pero los policías no tardaron en descubrir que eso era lo menos importante.
Recostado en el asiento trasero yacía el cuerpo de un joven, había mucha sangre y se veían dos orificios de bala en la carrocería, “uno en el portón y otro en el paragolpes trasero”, según detalló un pesquisa.
Bajo la instrucción de la fiscal Virginia Bravo, detectives del Gabinete de Homicidios de la DDI y peritos de Policía Científica establecieron que el Peugeot con la chapa patente LRK 699 (duplicada) habría participado a las 21.30 del miércoles de un asalto en Tolosa.
Fue cuando un policía que presta servicios en la subcomisaría La Unión regresaba a su departamento de 529 entre 29 y 30, franco de servicio y vestido de civil, y abrió el portón de rejas del PH para ingresar el auto.
“Lo sorprendieron dos hombres armados, que le sacaron su pistola reglamentaria Browning 9 milímetros y otras pertenencias del coche”, pero “no pudieron entrar en la vivienda porque él forcejeó”, dijo un investigador a este diario. Si bien no confirmó que al efectivo le hayan pegado, en el barrio cuentan que lo vieron con la nariz lastimada de un golpe. Fue un vecino el que comentó al personal del Comando de Patrullas que había visto a los delincuentes escapar en un Peugeot 207 blanco, dato con el que se desplegó un operativo cerrojo por distintas zonas.
FUGA Y DISPAROS
Un vehículo de esas características fue localizado poco después en 38 y 143. Según la versión oficial, los policías dieron la voz de alto para que los ocupantes frenaran, pero ellos eligieron seguir.
Comenzó así una persecución en medio de la cual el Peugeot 207 embistió a uno de los patrulleros en 137 entre 38 y 39, hasta que se escucharon algunos tiros en 39 y 138.
“El personal bajó de la unidad y efectuó dos disparos hacia el vehículo donde fugaban los sujetos, perdiéndolos de vista”, detalló un jefe de la fuerza, agregando que uno de los patrulleros “también tiene un impacto de proyectil”.
La numeración de los cristales permitió establecer la patente real del auto y reconstruir que a las 20.30 del sábado pasado dos motochorros se lo habían robado al dueño, a punta de pistola, en 137 entre 73 y 74.
Adentro del coche encontraron precintos y, cerca de allí, algunos objetos que podrían ser del policía. En cuanto al fallecido, el tiro le perforó el omóplato izquierdo. La causa quedó caratulada “robo agravado”, “abuso de arma agravado”, y “homicidio”.
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